40 COLECC16N HIST6RICA CUBANA Y AMERICANA El apresamiento y los fusilamientos del Virginis provocaron gra- visimo conflict international con los Estados Unidos, honda agi- taci6n entire los espafioles de la Isla, inclusive el ej&cito y marina, renuentes a aceptar la possible devoluci6n del barco al Gobiemo nor- teamericano, todo lo que motiv6 el viaje a La Habana, por disposici6n del president de la Repfiblica, Emilio Castelar, del ministry de 1k- tramar, senior Soler y PiA Renunci6 Jovellar. El Jefe del Poder Eje- cutivo lo conmin6 a la entrega del Virginius y de los supervivientes, lo que acat6 el Capitan General, cumpli&ndose la orden, en Santiago de Cuba, el 18 de didembre. Nada se hizo referente a los demis asuntos que motivaron el viaje del Ministro de Ultramar: preparar la abolid6n de la esclavitud y planiear las reforms necesarias en el gobierno y administration de la Isla. El 3 de enero de 1874 un golpe de Estado, del que fu6 ejecutor material el general Manuel Pavia y Rodriguez de Albuquerque, de- rrib6 la Repfblica. Inmediatamente fu4 restablecido lo imico bueno, tal vez, aunque ineficaz en la prictica, que habia hecho respect a Cuba: derogar las facultades de gobernador de plaza sitiada confe- ridas a los gobernadores de Cuba desde 28 de mayo de 1825. Ni en las Actas Capitulares del Ayuntamiento de La Habana, ante el cual, como hemos visto, juraron y tomaron posesi6n de su cargo Pieltain y Jovellar, los dos gobernadores designados por la primera Repiblica espafiola, ni en otros documents ofidales, ni en los pe- ri6dicos de la 6poca, se encuentra noticia alguna sobre cambio de banderas en Cuba, durante esta epoca. La gaTda y roja sigui6 enar- bolada como simbolo del despotismo y la explotacidn metropolitanos, contra los cuales se habian alzado los patriots cubanos en armas desde el 10 de octubre de 1868. En La Ilustracids espaiola ase- ricana, de Madrid. de didembre 16 de 1873, aparece un grabado que reproduce la legada de los marines espafioles a bordo del Virginms, y puede verse la bandera gualda y roja enarbolada en la popa de la corbeta Tornado, que lo capture. No pudieron decir los cubanos que los gobernantes republicans espafoles de 1873, eran, en relacin con sus antecesores, "los mis- mos perros con diferentes collarss, pues ni bandera propia tuvo aquella Repfblica. Y en cuanto a los espafioles leales de las Anti- llas dice Gil Gelpi y Ferro, en su Historia de la Revolucidn y Guerra de Cuba (t. II, p. 267), "s61o pensaron en sostener la bandera de la patria -la gualda y roja- procediendo seg6n las circunstandas lo exigieran y sin mis gula que sus sentimientos patri6ticod (y anti- cubanos, por tanto) que hasta entonces los habian sacado de peligro". No es possible a los historiadores cubanos hablar o escribir sobre la Rep6blica espafiola de 1873, sin recorder que desde los comienzos del afio 1871 se hallaba en Espafia un joven criollo deportado de su tierra antillana, despues de sufrir los horrores del presidio poli- tico: Jose Marti, que no dejaba de pensar y actuar un solo mo-