38 COLECCI6N HIST6RICA CUBANA Y AMERICANA que constituy6 la inica, nefasta y antrrepublicana political, respect a Cuba, de la primer Republica espanola. Y en ese afio de 1873, aunque la Revoluci6n sufri6 la p&rdida dolorosisima de Ignacio Agramonte, se vi6 sacudida por hondas divergencias internas, que culminaron en la deposici6n de Cspedes, como president de la Rep6blica en Armas, y se conmovi6 con la brutal masaae de los expedicionarios del Virgmiar, goz6, en cambio, de extraordinaria pujanza, que se tradujo en resonantes victorias militates sobre las fuerzas espafiolas. El propio Agramonte, alcanz6 en su provincia natal --Camagiley-- repeudos xitos, entire los cuales merecen destacarse: el combat de Buey Salado; el librado contra el capitan de la Guardia Civil, Manuel Oleaga, donde aqul ascendi6 por su bravura, en el mismo campo de batalla, a teniente coronel, a Enrique Reeve El Inglesito; y el de Cocal del Olimpo, donde aniquil6 a una fuerza de caballeria man- dada pot el teniente coronel Leonardo Abril, que fu6 macheteado con otros 45 hombres. El general Vicente Garcia capture un fuerte de la Trocha del Este, con abundant parque. El general Cato Garcia realize ano de los hechos, calificado por Gerardo Castellanos en su libro Tierras y glories de Oriente. Cdixto Garia I~iguez, La Habana, 1927 (p. 59), "mis comentados en Cuba y en el extranjero, por lo decisive, ripido y trascendente: el copo de la colunma de mis de 500 plazas, mandada por el temible coronel Angel G6mez Di-guez (El Chato), al que hizo prisionero y a so segundo el teniente coronel Antonio del Roal, combat del que dice el historiador espaiol Pirala, que "s6lo pudieron salvarse 270 hom- bres, pues el resto pereci6", pero, aclara Castellanos quef "casi todos esos 'salvados" quedaron prisioneros o heridos". Antonio Maceo, ascendido ese ano a brigadier, asata heroicamente la ciudad de Manzanillo, llegando hasta su Plaza de Armas. El general Ma imo G6mez, que a la muerte de Agramonte, assume el mando de las fuerzas de iste, ataca, toma y saquea las Yeguas, Nuevitas y Santa Cruz del Sur y libra los triunfales combates de La Sacra ("la acci6n de guerra mis important de las sostenidas en los Diez Aios por sus consecuencias en la march ulterior de la nueva Campafia", como la califica Benigno Souza en so obra Maidmso Gdmez, el Generafsino, y que le hace decir at general espafiol Ji- menez Castellanos que "la caballeria ligera del enemigo es capaz de competir con la mejor que haya"); Palo Seco, done la column del teniente coronel Vilches, inegrad po 600 hombres del batall6n de Valmaseda 7 200 de errillas montadas, "fue segada -dice Souza- por Gomez en quince minutes, haciendo prisioneros a Ma- riategui, mas tarde teniente general y Ministro de la Guerra en Es- pafa, y a sesenta oficiales y soldados supervivientes del desastre". Debe hacerse resaltar que en toda esta trinfal campana mambis de 1873 dieron los cubanos reiteradas pruebas de trato human y