10 COLECCI6N HIST6RICA CUBANA Y AMERICANA luci6n libertadora y la Rep6blica de Cuba tienen sus races y raren de existencia en la libertad, la cultural, el progress, la justicia social, la democracia, la igualdad y fratemidad humans, la soberania po- pular y el reconodmiento y defense de la dignidad plena del hombre. Las franjas expresan, en la concepci6n de Narciso L6pez --seg6n la fiel version de Villaverde- "la pureza o virtud republican, indi- cada por el campo blanco", y las tires zonas azules, "al mismo tiempo que marcan los tres departamentos en que estaba entonces dividida la Isla, revelaban las elevadas o celestiales aspiradones de los patrio- tas, sus hijos predilectos". La bandera de Narciso L6pez recibi6 su primera consagraci6n patri6tico-revolucionaria al ser enarbolada por so propio creador, el 19 de mayo de 1850, en tierra cubana -la ciudad de Cirdenas-, en acci6n blica triunfante, inicio de un empefo libertador con estrechas conexiones en otras localidades de la Isla, como Trinidad, Camagiiey, La Habana y Santiago de Cuba. Esta bandera fu6 inmediatamente despuls, la de los movimientos revolucionarios de Agiiero y Estrampes. Y cuando se produce el estallido de la Gran Guerra Libertadora de los Treinta Afios, no obstante haber alzado Carlos Manuel de C6spedes en La Demsaagua, otra ensefia por 61 concebida, los pa- triotas integrantes de la Cimara Constituyente de Guoimato, en la segunda sesi6n pfblica, celebrada el 11 de abril de 1869, escogieron como bandera, que debia simbolizar la Revoluci6n en today la Isla, "la bandera que levantaron anteriormente 1Zpez y Agiiero". Y ella ha sido, desde entonces, unico eiblema revolucionaio y national cubano, la bandera de Cuba Libre, de los patriots de ayer y los ciudadanos de hoy. La que -no vencida- se pleg6 en El Zanj6n para mejor ordenarse la continuaci6n de la lucha armada. La que, parafraseando a Manuel Sanguily, puso Marti de nuevo, junto con "la espada rota del primer desastre, en la mano de los heroes desengafiados, reanimando su aliento, para que rompieran el poster anillo de secular cadena". La que Maximo G6mez enarbol6, victo- riosa, del 95 al 98. La que Maceo pase6 triunfame, de Oriente a Oc- cidente de la Isla, en la maravillosa campafia de La Invasi6n. La que recibi6 las iltimas miradas y los postreros suspiros de los nmr- tires de nuestra libertad. La que reconoceron las Asambleas Cons- tituyentes revoludonarias de Jimauayuf y La Yaya. La que adopt, como ensefia official de la Republica, la Constituyente de 1901. La que onde6 en El Morro y el Palaco Presidencial de La Habana y en las fortalezas y edificios p6blicos del resto de la Nai6n, el 20 de mayo de 1902, al quedar constituido el Estado cubano. Y en el ar- ticulo quinto de la Constitud6n vigente, de 1940, se declara: "La banders de la Repfblica es la de Narciso L6pez", el mis just y mis alto de los homenajes que pudiera tributarse a quien mari6 pot darnos Patria y nos di6 la bandera de la Patria. Por serlo, y por Io que ella represent en su concepci6n por Nar-