EVOLUCION DE LA CULTURAL CUBANA te. En el pecho, seis balazos casi juntos le han abierto una cavidad por donde se hunde el pufio de una mano. En medio del l1anto, la tropa se dispone a enterrarlo, cuando aquel hom- bre de vitalidad sobrehumana abre los ojos y recupera el cono- cimiento. La situaci6n es, sin embargo, angustiosa; los espa- foles, conocedores de la gravedad del herido se disponen a capturarlo y concentran las tropas en su persecuci6n. Durante quince dias, conducido en una camilla y casi moribund, defen- dido por su hermano Jos6 y con los cuidados de su buena espo- sa Maria, escapa de la persecuei6n. Pero la situaci6n es cada vez peor y la inminencia del triste fin se presiente. El herido decide correr el riesgo de una peligrosa aventura y ordena que en una vereda conocida lo esperaran con su eaballo. Dirige hacia alli los pasos, pero alguien lo ha delatado y el Brigadier Gonzalez Mufioz con sus fuerzas convenientemente emboscadas espera el cercano y feliz moment de la capture, equivalent a condecoraciones y entorchados. El General lega al punto indi- cado y la tropa espafiola se precipita sobre 61. Maceo se ineor- pora y en un supremo esfuerzo de la voluntad salta de la ca- milla, cae sobre el caballo y se abre paso por entire el enemigo estupefacto en medio de una densa humareda de p6lvora. Gon- zilez Mufioz ha capturado la camilla, pero el odiado "Cabe- cilla Mulato" se ha esfumado para ponerse de nuevo al frente de sus huestes. Tan extraordinaria es la hazafia de Maceo, que Martinez Campos en una carta dirigida a un personaje de la Corte es- cribe estas palabras: "crei hab6rmelas con un mulato estfipido, con un rudo arriero; pero me lo he encontrado transformado no s6lo en un verdadero General, capaz de dirigir sus movi- mientos con tino y precision, sino en una atleta que en mo- mentos de hallarse moribundo en una camilla es asaltado por mis tropas y abandonando su lecho se apodera del caballo, po- ni6ndose fuera del alcance de los que lo perseguian." Mas mella que las balas enemigas le hizo la indisciplina que cundi6 entire los cubanos. Vicente Garcia, el inspirador de la sedici6n de las Lagunas de Varona le describe en 3 de junior de 1877, invitindole a sumarse a la insubordinaei6n de las Tunas, y el General le contest en estos tkrminos da admonici6n, re- veladores de su respeto a la Ley y de su discipline military: "No "es por cierto el mejor camino el que usted ha tomado para "unir a los patriots, porque si existen disenciones entire ellos,