LA ORATOBIA EN CUBA No fu4 en vano esa peregrinaci6n que marca una 6poca en el mundo por ser quien fu6 el que la llevara a t6rmino: i fa- ro luminosisimo, alto entire los mas, gigante cumbre de las grandezas humans, digno 6mulo del colosal Bolivar-padre de las libertades en Hispano-Am6rica!-No fue en vano, digo, porque desde la Tierra del Fuego hasta los confines opuestos del Nuevo Mundo, hall eco simpatico, cuando no en las esfe- ras oficiales de los diversos Estados, en el pecho generoso de sus dignos ciudadanos la predica constant del Ap6stol, con- sagrado por su sangre y divinizado por sus sentimientos e ideas,--imerecedor de una gloria mis hermosa aiin que la que describiera el Dante en la obra que es y sera pasmo de los siglos! Con esa gesti6n realize otra mas elevada todavia: pone de acuerdo, despu6s de buscarlos en distintos lugares del conti- nente americano, sin mis auxilio pecuniario que el suyo pro- pio, consistent en lo que le producia su nerviosa pluma, a los grandes capitanes de la revoluci6n del 68; les habla al oido, con palabras que hacen sangrar el coraz6n, de las inmensas desd.chas de la patria; tonifica el espiritu de los mAs decaidos desesperando de la salvaci6n de aqu6lIa; envia innumerables mensajes, escritos con la claridad sugestiva de un vidente, a sus amigos o hermanos en la pobre Cuba, y logra con ello le- nar de decision y de ira el pecho de unos y otros, de blancos y negros, de pobres y ricos, de aristocracia y democracia, y em- pieza a escucharse entonces el rugido que anuncia la furiosa tempestad del 95. No quiere perder este sintoma valioso para la causa de la independencia cubana, y vuela como sobre an rayo, luego que del coraz6n de Maceo hace uno solo con el su- yo, a donde se hall el generalisimo MAximo G6mez; lo deci- de a dejar la tranquilidad del hogar y las caricias de su espo- sa e hijos, para que, a pesar de la nieve de su eabello, desenvai. ne el machete que reluciera como un astro de fuego arrastran- do a los cubanos a la lucha y al martirio en la guerra del 68. Escribe entonces el program de Monte Cristi, y lo suscribe con la intima convicci6n de que 61 es el reto formidable de guerra a muerte al soberbio poderio colonial... Un como es- pasmo saeude intimamente a la sociedad cubana, y, primero en Matanzas y poco despubs en Oriente, retumba en el espa- cio el grito de i i viva Cuba!!!, y flota al viento la bandera del triAngulo, y rompe el silenceo de la campifia tranquila el agn-