348 EVOLUCI6N DE LA CULTURAL CUBANA sitara nunca; pero el hecho de que el divorcio se establezca en nuestro C6digo es un mejoramiento de nuestra legislaci6n ci- vil, al que se podri acudir en los casos necesarios, para la pro- tecci6n de las families destrozadas por conflicts morales. Queda sentado, sefiores, que nuestra familiar es antigua y que la ley discutida es buena. No obstante esta discusi6n, tenemos un campo comfin, para unirnos, los partidarios del divorcio y los contrarios a 61, y ese campo es aquel en que mantenemos el mismo ideal, en cuanto a la familiar: el ideal del amor, de su perdurabilidad, dentro de lo perecedero de las cosas de la vida; el ideal de la familiar cordial, que es el triunfo del amor; la constaneia del amor, que es el noble y grande ideal del matrimonio, y que debiera ser siempre su na- tural consecuencia; ese ideal es tambien nuestro, y bendito sea si se realize bien y se realize siempre! Y de acuerdo con ese ideal, precisamente, proponemos nosotros esta media del divorcio, para que aquel a, quien no le ha sido possible realizar- lo, tenga la ocasi6n de reconstituir su amor y de reconstruir su perdido hogar, y pueda tener la oportunidad de escoger, con mejor suerte, lo que la fatalidad le neg6 la vez primera. A mi no se me escapan las lacras sociales a que aludia la otra tarde el senior Lanuza, y que sefialaba con gran alteza de miras y con un valor civico poco comfn aqui. El destacaba ciertos vicios y defectos, para buscar y procurar su enmienda, sin el apasionamiento partidarista y sin esa tendencia intran- sigente que, a veces, obscurecen nuestro criterio y nos hacen des- conocer las virtudes del adversario y cerrar los ojos a nuestros errors; y que, de dominarnos siempre, nos harian former una sociedad d6bil, de invencibles conveneionalismos, incapaz de todo en6rgico progress. Por eso yo tuve admiraci6n grande, a mis de la que siempre he sentidol por el seflor Lanuza, cuan- do 1 eriticaba valientemente ciertos vicios de nuestra sociedad. Sin embargo, sefiores, el studio de esos defeetos y vicios dc nuestra sociedad a mi no me lleva al pesimismo. Yo soy optimist por filosofia y por convicciones, siempre optimis- ta! Esas manifestaciones, censuradas por el doctor Lanuza, "on ocasionales y transitorias y no afectan a la mareha cons- tante, profunda, de nuestro progress y a la organizaci6n de- finitiva de nuestra patria. Frente a esos defects que ana- lizaba el doctor Lanuza, nuestro pueblo ha ofrecido una for- midable resistencia econ6mica y political, durante un siglo de