LA ORATORIA EN CUBA contraba en sus correrias por los bosques. Es, pues, una afir- maci6n efectista y fantastica la del amor libre, como dedue- ci6n de una ley sobre el divorcio, de caricter tan conserva- dor y discreto como la que discutimos. Se trata de un caso mas de aplicaci6n, en las polemicas, del "fantasma rojo" y del "fantasma negro". Pasemos ahora a otro aspect del problema que me inte- resa sefialar. El doctor Lanuza habla de los resultados del divorcio con arreglo a los niimeros de las estadisticas. En es- tos dias, sefiores, se han interpretado aqui much las estadis- ticas; pero cada uno ha deducido de ellas las conclusions que ha creido convenientes a su opinion. Esta es la ventaja de las estadisticas: sirven para todas las opinions. Sin que esto sea que yo les niegue cierto valor cuando son bien manejadas. Senior Ferrara:-Desde luego, cuando son bien manejadas. Senior Cortina:-Desde luego, y yo supongo que su sefio- ria las va a manejar despuBs muy bien, pero no todo el mun- do sabe estudiarlas. Pues bien, aceptando a grandes rasgos las conclusions de las estadisticas traidas aqui por el doctor Lanuza, yo voy a hacer algunas observaciones sobre ellas. El senior Lanuza sefialaba las estadisticas de los Estados Unidos y de various paises mis, entire ellos Inglaterra, y de- ducia, respect de cada uno de esos pueblos, arguments en contra de la instituci6n del divorcio. En primer lugar, me referir6 a sus conclusions de las es- tadisticas de los Estados Unidos, que acusan un nimero ex- traordinario de divorcios. Quien no conoce, del culto audi- torio a que me dirijo, la organizaci6n de la vida americana? Es un pais admirable y grande desde muchos puntos de vis- ta; mejor dicho, es una gran reuni6n de paises, fundados den- tro de un sentimiento que los caracteriz6 siempre, al coloni- zarse cada uno de sus Estados. Siguieron, en sus habitos y en su educaci6n, practicando el energico individualism in- gl6s, que se exager6 aun mas en America, por la lueha que to vieron que sostener los primeros inmigrantes contra la Na- turaleza; separados de toda comunicaci6n, sin armas, a veces sin alimentos, y teniendo como lnico recurso el rudo trahajo agricola. Su dedicaci6n a la agriculture contribuy6 a fomen- tar mas endrgicamente el sentimiento de bastarse a si mismo, en aquellas primitivas colonies inglesas. Sobre esas socieda-