LA ORATORIA EN CUBA efecto: no se habla nunca del divorcio sin que surja en segui- da, en relaci6n con 61, el fantasma rojo del amor libre. A mi me parece, sefores, que hablar del amor libre euando se trata del divorcio, cuando se estudia una legislaci6n tan re- flexiva y discreta como la que se esti discutiendo aqui, que tiene como caracteristica esencial el constituir, sobre todo, una media restrictive, sobria, destinada a remediar males socia- les y males matrimoniales, es como decir que quien tome unas cuantas gotas de estricnina para tonificar su organismo, va derecho al envenenamiento y a la muerte, y que el que en cualquier moment friecione su organismo, para procurarse una reacci6n, se va a desollar. Es decir, que cualquier ma- nifestaci6n de la vida no puede calificarse ni juzgarse sino en relaci6n con su tamafo y su fin. Aplicando en rigor dialec- tico el metodo que refuto, la cirugia deberia ser calificada co- mo el principio del asesinato, la medicine como el principio de la intoxicaci6n, y, sin embargo, a nadie se le ocurre l1egar a estas conclusions y decir a un medico que es un envene- nador. jPor que? Porque todas las cosas tienen un limited 16gico. Aqui pasa lo mismo. El amor libre es el ayuntamien- to libre, sin cortapisas de ningfn g6nero, del hombre y de la mujer, y no se sujeta a reglas de ninguna especie; es decir, es una manifestaci6n de las sociedades humans en su estado primario, y es absolutamente impossible en el estado actual de desarrollo de los sentimientos sociales. Ese es un estado de co- sas que no se podria producer hoy en ninguna sociedad, por verdadera imposibilidad psicol6gica. El amor libre no podria ser creado por legislaci6n de ninguna especie, porque el amor, como amor, no esti realmente regulado sino por el amor mis- mo. El amor, unido a la fidelidad, surgi6, en las profundi- dades de la edad de piedra, en su forma mfs rudimentaria, cuando el hombre pudo disponer de una choza y eneontr6 a una mujer a quien se uni6 y que, tomindola para si, la defendi6 de los demas hombres, por ese sentimiento incontrastable de tgoismo que reina en el fondo de la naturaleza humana, que quiere haeer permanent toda cosa que le produzca placer y felicidad. He aqui, con estas indicaciones, claramente de- m.ostrado que es inexacto y absurdo concebir como ficil el amor libre, dentro de la complicada y dificil civilizaci6n ac- tual, que ha desenvuelto hasta lo infinite las susceptibilida- des y el concept del honor y ha agigantado los estimulos del