EVOLUCI6N DE LA CULTURAL CUBANA esta discusi6n como poseedora de un ideal, dentro del cual, como aspiraci6n, pueden concurrir todas las opinions respec- to de la finalidad del matrimonio, se ha mostrado vociferando, casi predicando una guerra santa y la conquista de una nue- va Jerusalen. Se han publicado manifiestos de obispos y de can6nigos, no a los fieles, hablandoles de sus sentimientos cat6licos y de las responsabilidades de character religioso que puedan contraer, sino verdaderas proclamas guerreras, dirigi- das a los poderes pfiblicos, increpAndoles y anatematizAndoles y presentandonos como renegades de toda idea santa y de to- do sentimiento de solidaridad de la familiar. Es Bsa la posi- ci6n en que debe colocarse el clero frente a un debate sobre la familiar cubana y su organizaci6n civil? Ellos, a quienes no pueden impulsar sus sentimientos mis que a nosotros, ni siquiera igual que a nosotros, porque en su mayoria son extranjeros y en su totalidad hombres a los que sus votos no les permiten tener familiar legal, frente a nos- otros, que somos cubanos, que tenemos familiar y que la ama- mos tiernamente, es possible considerar un solo moment que tengan mis derecho que nosotros a decidir, en el terreno sen- timental, sobre este asunto? Seria inconcebible que quienes, por raz6n de su ministerio, no pueden contraer matrimonio ni fundar una familiar, decidieran en contra de los que estin mis interesados en el problema, porque es el de sus propios sentimientos y el de sus mis cars amores. Nosotros somos aqui fieles mantenedores de la mejor doc- trina sobre lo que ha de mejorar, perfeeeionar y depurar a la so- ciedad cubana. El divorcio no lo hemos presentado, o no lo present yo, al menos, como un derecho mis, ni como una nue- va conquista de los tiempos, ni como algo que ha de obtenerse como una bienandanza o como un galard6n. No: nosotros acudimos a esta reforma-una de las pocas que se han inicia- do desde que se organize la patria libre, entire las muchas que debiamos haber realizado-, nosotros acometemos este proble- ma teniendo en cuenta todos los antecedentes, teniendo en cuenta todos los elements morales, considerando todas las ra- zones que para su soluci6n concurren, y presentando el divor- cio, en primer termino, como remedio a grandes dolores, como complemento de la instituci6n matrimonial, como su perfec- cionamiento en el terreno human. Nosotros no queremos que sea cierto aqui, respect del