EVOLUCI6N DE LA CULTURAL CUBANA torio. 1 C6mo podria olvidar, al decir esto, el soporifero efee- to que me produjo la leetura de una version castellana del Quosque tandem, de Cicer6n? Y todo esto me viene a la pluma para decir que a Jos6 Ma- nuel Cortina, para juzgarlo como orador, hay que oirlo. Tie- ne, como element preponderante, ,la voz. En ocasiones, el oyente aguza la vista y el oldo para convencerse de que es por su boca por donde sale aquel raudalide mfisica de 6rgano, aque- lla polifonia de gran orquesta. Hay que verlo: le acompafian la estatura, la cabeza danto- niaua, poblada por romAntica cabellera negra, el ademin ga- llardo, la parsimonia britinica. Oy6ndolo y vi6ndolo, parece el tribune por antonomasia de la actual falange cubana. Si oy6ndolo (y vi6ndolo tiene uno fuerza de voluntad para sustraerse a la sugestiva manera del actor, se cae pronto en la cuenta de que lespontineamente hay en sus expresiones y gestos reminiseencias de casi todos los oradores de la Revoluei6n francesa, jasomos jacobinos dentro de moldes girondinos y que recorre toda la gama de aquellos pr6ceres, desde las c6lebres palabras de Sailly en ila sala del Juego de Pelota, al reunirse los Estados llanos y el Clero: "Asi seremos dos poderosos rios que se reunen en una caudalosa corriente para fecundar a la Francia", metdfora comfin en 61, hasta las expresiones postreras de Danton, Mirabeau, exaltado: Clermont-Tonerre y Malonet, seguros y reflexivos; Mawuy, aguzado y pulido; Cazales, indignado; Barnave, haciendo fra- ses ret6ricas; Bailly, en6rgico; Duport, 16gico; Petion, conci- liador: Robespierre, doetrinario; Condorcet, col6rico en la convicci6n; Brissot, austero; Verginiaud, fulminante, sin olvi- dar a Roland con sus proyectos y a Marat con sus fanatismos. No significa mi observaci6n la creencia de que Cortina no tenga ideas e imigenes propias, pero si que no son ellas la causa primordial de sus triunfos en la tribune. La clave est& en los elements de que dispone a su antojo, ien el tesoro de su prodigiosa memorial, en el concerto y distribuci6n de sus pode- rosos recursos oratorios y eniel conoeimiento del auditorio. Orador de eepa political, so form en el mitin, se puli6 en la tribune literaria y se consagr6 en el Parlamento, y es ahora uno de los fundadores de nuestra oratoria diplomAtica. 314