LA ORATORIA EN CUBA "En todos los paises civilizados la separaci6n conyugal y el divorcio aumentan enormemente la inelinaci6n al suicidio, o para ser mis exacto, el niimero de suicidios es enorme entire los separados y divorciados de ambos sexos". Y es exacto, y asi debe suceder. El suicidio forma parte de una locura en un period corto, de una locura larvada, de un estado de excitaci6n especial que no es el normal; pues el divorciado se encuentra en condiciones muy parecidas a aquel que por cualquiera otro motive no estA satisfecho de la vida. Por otra parte, el divorciado es un clibe, y sabido es que los celibes pueblan los manicomios en mayor nfmero (uno por siete) que los casados. Nada de extrafio que los divor- ciados atenten contra su vida en mayor nimero que de los hogar tranquilo y feliz. No es el divorcio que los lleva al suicidio, sino por un lado las causes que lo llevaron al divor- cio, por el otro, su nuevo estado de solteria. El argument, lejos de ser contrario a lo que nosotros sostenemos es favorable a nuestra tesis, pues el divorcio cons- tituye algo tan contrario a la naturaleza humana, es una tal excepci6n, que el suicidio hace facil presa en los que acuden a este supremo remedio. No es, por tanto, el divorcio aque- lla alegre cosa a que hacia referencia el doctor Lanuza, aquel deseo de cambiar que lleva a los hombres todos a los pocos meses de haberse casado, a romper el vinculo matrimonial para gozar nuevamente de otras mujeres. Es cosa tan anor- mal, tan contraria a la naturaleza humana, tan dificil de hacerse por cerebros bien equilibrados, que aquellos que lo hacen incurren con relative frecuencia en el doloroso easo del suicidio, por lo menos un tanto por ciento superior a aquellos que permanecen dentro de lo honrado, del puro ma- trimonio. Pero la tesis verdadera del doctor Lanuza ha sido la si- guiente: el divoreio puede producer por fen6menos de reper- cusi6n sociol6gica, a la par que el remedio de los matrimo- nios mal avenidos, la disoluci6n de los felices. Vale preguntarnos: y jha acontecido en el mundo este hecho pavoroso que nos hace ver el divorcio atacando a la familiar buena? No; ha sucedido lo contrario. La estadisti- ca tambi6n euando es bien manejada puede venir a demos- trar nuestra tesis. Ha sucedido lo contrario; ni siquiera han