LA ORATORIA EN CUBA pudiera darle al doctor Lanuza. Y, en efecto, no es s6lo Re- clus el que tal cosa afirma; yo podria traer una biblioteca enor- me el caso. Todos los que han sostenido el amor libre no han sido favorables al divorcio, con excepei6n de Naquet. Y la misma teoria-dejando a los que son favorables al amor libre- han sostenido los que son contrarios a Bl, los que quieren que el matrimonio est6 mejor integrado y que la familiar sea mis respetada. El doctor Toulouse, que Naquet cita, afirma lo mis- mo, dice que el divorcio ha venido a defender la instituci6n familiar. La corriente de ideas que prevalence eon mayor fuerza en el seno de la Camara y que en el seno de la misma ha sido susten- tada por el sefior Lanuza, se refiere al estado de la mujer en el divorcio. iPobres mujeres!, se ha dicho, serin abandonadas, seran repudiadas, y hasta se ha afirmado que ellas no podrin casarse en lo sucesivo. Pues bien sefiores Representantes, las estadisticas traidas por el senior Pino prueban a la Camara que la mujer se beneficia mas con el divorcio que lo que se benefi- cian los hombres; no solamente demostrado, porque ellas lo pi- den mis, sino probado por mil ejemplos, por arguments que es superior a todos los demis; en donde el divorcio existe, la mu- jer es mis libre y es mis respetada. Si los sefiores Represen- tantes visitasen los distintos paises en que hay divorcio y vi- sitasen tambien los distintos paises en donde no lo hay, asisti- rian al siguiente hecho: que la mujer no es respetada en los paises en donde no hay divorcio, y que es respetada, en cam- bio, en los paises en que lo hay. Yo no creo que una cosa sea conseeuencia de la otra; no creo que el divoreio sea causa de respeto a la mujer, pero si creo que ambas cosas son product de las mismas causes; que precisamente donde la mujer es res- petada, donde de ella se tiene un alto concept, considerindola element active de la sociedad, persona en el alto sentido de la palabra, alli la Ley la ha favorecido tambien, instituyendo el divorcio, que es la consagraci6n de su libertad y de su dignidad. Por el contrario, en los paises en los cuales se la consider es- clava, se la encierra en un hogar que result careel; se la supo- ne incapaz, inferior, se la aprisiona y subordina; se le injuria, con halagos, y se la niega el divorcio. No hay raz6n para afirmar que el divorcio va en contra de la mujer. Examinad los casos pricticos. Si un hombre compete adulterio, no es ciertamente criticado; no quiero decir que den-