LA OBATORIA EN CUBA


ca autorizaba el divoreio, I C6mo si lo autorizaba Como que to-
dos aquellos santos patriarcas lo usaban. Y la Ley permane-
ci6, y no hay palabras de Jesucristo que se puedan invocar
reformando el principio. Es mis: entire los ap6stoles hay una
controversial: mientras San Mateo declara que puede haber
disoluci6n del vinculo, los otros evangelistas declaran que no.
y la oposiei6n se mantuvo hasta la Edad Media, en que la
filtima palabra la dijo San Agustin en el campo de la Teo-
logia, afirmando que no puede haber divoreio y que seria ana-
temizado aquel que dijera que la Iglesia lo permitia.
 Y en el campo del dereeho can6nico la transformaci6n de
la disolubilidad no vino sino despu6s de 1563, despu6s del Con-
cilio de Trento, y en aquel mismo Concilio, sefores Represen-
tantes, no afirmaron todos los te6logos que se debia anatemi-
zar a quien preconizara ]a instituei6n del divoreio.
 Estaban alli los vencidos, que representaban una poten-
 eia fortisima, la eual, teniendo tantas posesiones en el Orien-
 te, no queria que sus sibditos recibieran la desagradable no-
 ticia del Concilio de Trento, ya que tenian costumbres poli-
 gamas, y los veneeianos se oponian a que el Concilio de Tren-
 to declarara la indisolubilidad del matrimonio.
 El precepto fu6 acordado despues de grandes dificultades
por el propio Concilio, y en 61 se dijo: "Todo aquel que sostie-
ne que el matrimonio es disoluble, seri anatemizado por la
Iglesia", porque la Iglesia ha sido igual en todos los tiempos,
siempre anatemizando; sus garras por fortune, no tienen hoy
la fuerza de otras 6pocas. Si las tuviera yo seria anatemizado
y algo mas.
 Senior Gonzdlez Lanuza: Crea el senior Ferrara que yo tal
vez no podria dar libremente mi elase de Derecho Penal, a pe-
sar de mi inconsciente clericalismo.
 Senior Ferrara Marino: Era la formula, porque los buenos
fieles ya sabian que si no estaban de acuerdo con ellos iban a re-
volver en las cenizas sus huesos macabramente en cualquier pla-
za pfiblica, como Giordano Bruno en Roma y Jer6nimo Savona-
rola en Florencia.
 Es que en la misma Espaiia, que a pesar de estar mis lejos
de la Santa Sede que Italia y Francia ha sentido mis su in-
fluencia en lo que respect al derecho can6nieo, hubo periods
de divoreio durante la Edad Media. Glasson lo explica muy
bien y demuestra c6mo el Fuero Juzgo cay6 en desuso y se crea-