256 EVOLUCI6N DE LA CULTURAL CUBANA lenguaje de la sinceridad y de la verdad. Yo no me haria digno de la respetuosa atenci6n con que me escuchiis y que os agradezco en alto grado, si mis palabras en pro de una amnistia amplia, no fuesen acompafiadas de razones y argu- mentos, acreedores a ser tomados en consideraci6n por voso- tros y propios tambien de la grandeza de la causa que de- fiendo. La verdad debe decirse siempre, porque la verdad no ofende a nadie, sino que aprovecha y ensefia a todos y por ese mismo respeto al principio de la verdad, yo os in- vito a que convengais conmigo en que es cierto, absoluta- mente cierto, que nuestro Ejercito por unos u otros moti- vos, algunos de los cuales exponia con brillantez y elocuen- cia admirables, mi amigo el sefor Vazquez Bello, que nues- tro Ejercito, repito, venia desde el principio de la campafia electoral, minado, perturbado por el germen funesto de la po- litica, que no cabe, ni deberi caber jams dentro de las fron- teras sagradas de una estricta discipline military. Yo quiero que se me diga si no es un hecho absolutamen- te cierto, que al iniciarse la campafia comicial de estas ilti- mas elecciones generals, la prensa de ambos partidos, el conservador y el liberal, y sus oradores mas caracterizados, no proclamaban en pfblico con la tolerancia de todos, sin la protest de nadie, ni aun de las primeras autoridades de nuestro Ejrcito, que 6ste era mantenedor de la candidatura presidential de cada uno de los respectivos partidos. El sefor Alfredo Betancourt Manduley, leader del Par- tido Conservador, me interrumpe para advertirme que !o que proclamaba la prensa conservadora y los oradores con- servadores, era que el Ejercito se sentia partidario y defen- sor del gobierno y yo quiero contestarle al sefor Betancourt Manduley, que cuando el Jefe de un Gobierno, sin dejar de serlo y ejercitando todas las funciones constitucionales de tal cargo, pasa a ser tambien candidate de reeleccion por un partido politico, a los efectos de la contienda electoral, a los fines de la propaganda political, no es un Presidente de Re- pfiblica, sino un simple candidate presidential y que aque- Ilos jefes y oficiales del Ejereito, que segin el sefor Betan- court Manduley declarabah en dicha campafia su adhesi6n "al Gobierno" descubrian sus inclinaciones a favor del can- didato presidential del Partido Conservador. Y yo pregunto ahora. Dentro de esa pureza y auste-