242 EVOLUCI6N DE LA CULTURAL CUBANA lo menos Cuba, estando en guerra, tiene que prepararse para ella, porque, dados los vaivenes de la misma, no sabe si los que hoy pueden aparecer victoriosos mafana pueden verse derro- tados, y que de los campos de batalla de Europa, en la tierra y en el mar, se traslade la guerra a las tierras y a los mares de America. Y aunque los cubanos sean poeos, tienen que prepararse para defenders, y el inico modo de poder defen- derse en estos moments, en todos los pueblos de la tierra), es acudir a este sistema de reclutamiento y organizaci6n de los ej6rcitos, que no es nuevo en Cuba... Sr. Maza y Artola: Es prusiano. Sr. Torriente: (con.)... que no es nuevo en Cuba, que es de la Revoluci6n redentora. i Cada vez que ha habido en Cuba una guerra de independencia, cada vez que hemos tenido que luchar por la patria, nuestras leyes han obligado a los cuba- nos a servirla con las armas. Yo tengo sobre la mesa, acabo de pedirlas aw la Biblioteca, las leyes de la Revoluei6n; yo he sido Jefe de Estado Mayor y de fuerzas en distintos territo- rios, cuando la guerra libertadora contra Espafa, y puedo de- clarar que constantemente reclutfbamos y obligibamos a ser- vii en el Ejercito Libertador a los que, conforme a la Constitu- cion y a las leyes, tenian que servir a la patria y a las armas. La Revoluci6n de Yara incorpor6 ese precepto al sus leyes. La de Baire en sus constituciones de Jimaguayi y de la Yaya, en la que tengo el gran honor de que figure mi firm al pie, estableci6 lo mismo que hoy establece la actual Constituci6n de la Repiblica: la obligadi6n para todos los cubanos de ser- vir con su persona y con sus bienes a su patria. Si con su persona sirve un ciudadano a su pais principalmente en la guerra, con los bienes se sirve mis generalmente en la paz. El ciudadano que no quiere figurar en la vida piblica; que no pretend desempefiar un cargo en eualquiera de las ramas de la Administraci6n; que no le gusta empufar las armas pa- ra servir en la paz a su pais, cumple siempre esa obligaci6n pagando los impuestos al Fisco; pero cuando estalla lai gue- rra, quiera o no, tiene y debe servir a la patria con su perso- na, es decir, prestar lo que generalmente se llama contribuci6n de sangre... Sr. Maza y Artola: Hay otra manera de servir. Sr. T~rriente: Pero en la guerra se sirve asi. En todas parties donde el servicio voluntario se ha querido mantener pa-