LA ORATOBIA EN CUBA llos que, deslumbrados fnica y exelusivamente por su genio guerrero, no puidieron observarlo desde otros puntos de vista; pero los que le conocimos de cerca, los que le tratamos a dia- rio y en la intimidad del campamento, pudimos apreciar sus excepeionales eualidades. Hombre de superior inteligeneia, de un poder de asimilaci6n inconcebible, de cultural varia, aun- que falta de depuraci6n, efecto, sin duda, de 'su vida errante por el extranjero; gran observador de los hombres y de las cosas, de una discreci6n a toda prueba, y, sobre todo, de una cla- rividencia poco comin, estaba admirablemente capaeitado para la lucha humana en sus variadas y multiples manifestaciones. De alma grande y generosa, siempre encaminada al bien, aman- te de la raz6n y la justicia; sincere, bondadoso y franco, fu6 en todo tiempo objeto de la admiraci6n y el carifio de cuantos le ro- dearon. Su gallardo continent, su sonrisa insinuante y su- gestiva, su palabra reposada y cautivadora, su mirada viva de Aguila, hicieron de 61 una figure atrayente y simpitica ante la cual las muchedumbres se sentian subyugadas como por una fuerza desconocida y misteriosa. i Jamis fu6 hombre de eufemismos hip6critas, ni de t6rmi- nos equivocos, de transacciones impuras ni acomodamientos egoistas! Para comprobar lo que valia, moral e intelectual- mente, basta leer sus numerosos pensamientos y miximas--re- flejo de su modo de pensar y de proceder-, esparcidos en do- cumentos y cartas que escribi6 o dict6, y entire los cuales hay algunos tan hermosos y sugestivos como ,stos: "No odio nada ni a nadie; pero amo el deber, el derecho y la justicia". "Siempre, como hasta ahora, estar6 al lado de los intere- ses del pueblo, uno e indivisible, sobre los mezquinos de parti- do; y nunca se manchara mi espada en guerras intestines que harian traici6n a la unidad interior de mi patria, como jams se han manchado mis ideas en cuestiones pequefias". "Nunca apelar6 a la rebeli6n y al desorden para hacer valer mis derechos". "No trabajamos para nosotros ni para la present genera- ci6n; mu6venos el triunfo del dereeho para todas las genera- ciones venideras; y no creemos jamAs que por una hora de vanidad o de egoismo deba comprometerse la felicidad de mu- chos siglos".