DISCURSO que en elogio del general Antonio Maceo pronuncio el senior Mariano Corona Ferrer, en la Cdmara de Representantes, el 7 de diciembre de 1911. SERORES REPEESENTANTES: El sefor Presidente de esta Camara, haeiendome un honor inmerecido y abrumindome con una labor superior a mis fuer- zas, me ha confiado el panegirico de uno de los mis gloriosos pa- ladines de nuestra historic revolucionaria. Seguramente que no se ha fijado en la pobreza de mis dotes oratorias, sino que ha querido, tal vez, que un oriental-y un .oriental que tuvo la gran fortune de haber sido ayudante de campo, correspon- sal en campafia, amigo y hasta confidencee, a veces, del insig- ne guerrero, y que de sus manos recibiera la direcci6n de El Cubano Libre, el 6rgano de la Revoluci6n-sea quien ahora entone una especie de himno a la memorial de aquel hombre es- tupendo que fu6 la encarnaci6n perfect .del patriotism he- roico. El empelio es muy arduo, porque no .siempre pueden la voluntad, el carifio y la admiraci6n realizar ciertos esfuerzos. Porque, para cantar gloria de Maceo, seria necesario poseer el estro de Homero; para encomiar sus virtudes y su genio, seria precise el juicio clarividente y sereno de un Thiers; para Ilorar su muerte, la fuerza emotiva y pat6tica de un Lamartine. Y a falta de tales cualidades se require, por lo menos, la mu- sa fluente, gallarda, sugestiva y conmovedora de un Jos6 Mi- r6, el poeta de la Revoluci6n, que ha podido escribir hermosas piginas, l1enas de intense ternura; paginas elocuentes y vi- brantes en las que alternan el himno heroico y la elegia pla- fidera. A falta de todo ello, s6lo podr6 poner al servicio de esta em- presa mi devoei6n ferviente, mi gran admiraci6n y mi entra-