LA ORATOBIA EN CUBA de hacerlo correr para despistar a la justicia. No se tomar& nadie siquiera el trabajo de tratar de comprobarlo. Se con- siderark verdad evang6lica desde el primer moment. He aqui c6mo con la aeumulaci6n de estos series cargos al primer Ma- gistrado -de la! Repiblica cabria empezar a crearse una grave agitaci6n. Vaya otro caso. El dia de las eleceiones ocurre un tu- multo en un colegio, siendo necesario que la fuerza piblica imponga orden. Si el Jefe de la Naci6n no es candidate, ella lena ficilmente su cometido. Las protests que originare pronto cesaran, ya que no alcanzarin nunca gran recrudes- cencia. Pero sucede lo adverse: qui6n apea a los contrarios de que ha habido mala fe o injustificaci6n en la media? To- dos la tendrian por abusiva. No digamos nada si al fin pier- den en aquel colegio. j Qui6n les quita que la fuerza piblica, con el pretexto de poner orden, impidi6 a los suyos el libre ejercicio del voto? Nadie les arrancaria que obedeciendo ins- trucciones del Gobierno atropell6 a los electores para ganar por la violencia aquel colegio. Eso es lo natural, al menos, en todos estos paises de estirpe latina. SCuAles son los modos de evitarlo? El primordial, que en elecci6n alguna sea candidate el Jefe de las Fuerzas Armadas, o que si lo fuere, durante el period electoral ocupe interina- mente la primer Magistratura el Vicepresidente o cualquie- ra otra persona a quien corresponda. Como en este caso le to- ca la sustituci6n felizmente a un conservador integro, que deseonfianza pueden tener de 61 liberals y conservadores? Los fundadores de este Partido, los que militamos en 61 casi desde que se form, los que durante mis de un lustro es- tuvimos acaudillados por el doctor Enrique Jose Varona, quien con su presidencia di6 tono y prestigio a la agrupaci6n, po- dran sentir por su antiguo jefe algfn resquemor? tienen de- recho a recelar de 61 lo mis minimo? ~debe pasarles por las mientes que el senior Varona, dirigiendo provisionalmente las elecciones, trate de perjudicaa en lo mAs insignificant la can- didatura conservadorat iAh! iEs que los conservadores, agrupados alrededor del general Menocal, del actual Presidente de la Repfiblica, temen a la imparcialidad del senior Varona que no pueden poner en dudat Entonces, sefiores senadores, hay motives mayores pa- ra sospechar que los prop6sitos que abrigan no son puros, sino 215