194 EVOLUCI6N DE LA CULTURAL CUBANA segunda, me pareci6 humoristica; puede pasar en boca de mi distinguido compafiero como un rasgo de buen humor; pero. la otra, repito, no s6 en qu6 clasificaci6n colocarla. Es cierto que teniendo nosotros en cuenta que, ademis de la~ ideas electorales, las contiendas por los destines pfiblicos son cosas muy graves an nuestro suelo, pretendimos que esa cuesti6n quedara resuelta antes de que comenzara el Gobier- no de la Repfiblica.; pues de esta manera, oyendo a todos, una potestad independiente de todos, que no podia tener distingos de ninguna clase, hubiera, con mayor libertad de acci6n resuelto el problema, hacienda algo que dejara a to- dos satisfechos en a.quel entonces. Y por eso fu6 que pedi- -mos que esa ley fuera promulgada y aplicada antes de que eesara el Gobierno Provisional, para que el nuevo Gobierno comenzara sin que nadie lo maldijera ni nadie llorara por conseeuencia de su subida. No se ha podido evitar eso. Con lo que nosotros pedimos no hubiera habido quizAs tantos que se aprovecharan de la victoria, pero no hubiera habido tam- poco tantos que se quejaran amarga y acerbamente de la de- rrota y la. consideraran como desgracia, como una catastrofe inevitable. No hubiera habido tantos peligros en germen, que tenemos nosotros el deber de eludir y de evitar. He aqui por que lo pedimos, he aqui por qu lo solicita- mos. Las iras y los rencores se hubieran entonces levanta- do contra un gobernante extranjero que se iba. y no contra un President cubano que se quedaba, y el Gobierno que te- nia que comenzar el 28 de enero hubiera comenzado en me- dio de una octaviana paz y en medio de las bendiciones de todos. No pedimos otra cosa., no quisimos realmente pedir otra cosa. Pero, ppor que se nos eriticaba a nosotros, por que se aludia a esa actitud nuestra? Porque esa ley contiene un precepto en cuya virtud al haber luchado por la. indepen- dencia constitute an analogia de otras condiciones una pre- fei encia. Pero no puedo oponerme a semejante cosa, ni estar en contradieci6n con tal cosa. En suma, he querido la situaci6n mejor para el bien; lo que no he querido es la situaci6n ante cl mal. Y la material relative a condecoraciones realmente decia que es un rasgo de buen humor. Yo no me propongo inter- venir en el debate sobre condecoraciones, 6rdenes militares