LA OIATOBIA EN CtBA delitos; los delitos comunes que en nombre de esa amnistia ha excluido de la pena; que se le impusiera. Lo sabe bien mi distinguido compaiero. Si hasta ese punto, para todo lo que sucedi6 en aquel tiempo se extendi6 una gracia, por qu6 volverla a dart Que significa 6stot QuB clase de ensefianza vamos a; dar a esta sociedad? Un grupo de hombres que vivieron en dos perio- dos de nuestra vida national la vida de la violencia, de la lucha, de la guerra, tienen en su seno un grupo mis peque- fio de individuos que fueron a; ella sin ningdn prop6sito no- ble, sino s61o por una tendeneia criminal. En todos los ej6r- citos, en los regulars cpmo en los irregulares, en los mis admirables por su discipline y valor como en los mas co- bardes, hay siempre un grupo de hombres de tal naturaleza como los hay en todas las profesiones, como los hay en todos los conglomerados humans, grandes y pequeios, y esos hombres ven que son objeto de un perd6n hoy y de otro perd6n mafiana, y dicen: a mi me es mas ficil que a nadie el indulto; yo ocupo en esta sociedad un lugar privilegiado para el delito; lo que es cosa, sefores representantes, contra la cual mi con- ciencia protestarh mientras viva. iY qu6 se puede esperar sino los mayores males para esta sociedad y el mayor descr6dito pa- ra el grupo social de que formamos parte, si lo que se pro- pone se Ileva a cabo? Y se contest a esto: ya dice el senior President en un mensaje que cerrara las puertas a la am- nistia, que no volvera a conceder ninguna, que no se debe continuar por este camino. Y yo creo, sefiores representan- tes, que, con todas sus nobles intenciones y su recto criterio, el senior Presidente padece en eso-llevado de la bondad de su espiritu-una ilusi6n, mejor dicho, un error de los que un escritor italiano llama "tactica psicol6gica". El medio de probar a los hombres que uno no es capaz de hacer algo, es no haeerlo; pero cuando uno lo hace y dice que no volverA a hacerlo, los que presencien la ejecuci6n, aunque oigan la pro- testa, diran: ya; veremos cuando suceda. Los que van a ser por nosotros amnistiados, delinquirin de nuevo. Eso serA el resultado de nuestra amnistia, y por eso los partidarios de ella pretenden tranquilizar a los que se oponen a que se conceda la gracia dici6ndoles que dentro de tres o cuatro meses todos los que nosotros soltemos volverin a los establecimientos penales. Pero como no volverdn por