EVOLUCI6N DE LA CULTURAL CUBANA los sefiores representantes, voy a manifestarles-porque lo que pasa en las Comisiones realmente no es secret mientras no lo dispongamos asi-algo que al ocurrir en la Comisi6n de C6digos determinara la protest: uno de mis compaieros de Comisi6n, afectuosa;mente, dirigiendose a mi, me decia que para evitarme lo que 6l pensaba que seria un disgusto, cuando alli, particularmente, discutiamos ese particular, por- que acaso pudiera pensarse por alguno-no, no fu6 el senior Garcia Kohly-que el muerto Partido Moderado resollaba en esta cuesti6n, me aconsej6 que no escribiera eso a que he he- cho menci6n en el voto particular. Naturalmente, aquello que dijo en mi obsequio qued6 en mi mente y me hizo con- firmar la protest. No tenia ningin temor a contestar, si alguien decia eso de mi, que no esperaba tal impugnaci6n di- rigida 0 nmi persona, porque, aunque no de las mas graves, autor fui de censuras dirigidas al Partido Moderado, cuan- do lo integraban algunos de los sefiores que hoy forman par- te de la mayoria de esta Chmari; fui autor de censuras, aun- que no fueron de las mks acerbas y de las mas amargas, por que fueron mis bien advertencias que en la forma nada ibain a decir ante los acontecimientos que demostraban la raz6n de esas censuras. Pero pienso que la primera tareal que debemos imponer a nuestras conciencias los que formiamos hoy por hoy el Con- greso de Cuba, es desterrar para siempre ese pasado de nues- tra memorial, ya que solamente de ello puede defender nues- tra' tranquilidad present y nuestro bienestar future. Y esto ha sido motive de que una vez mas en la sociedad cubana se hayan repetido los heehos que ocasionaron las pa- labras del gran orador cubano Manuel Sanguily, al referir- se al period que sucedi6 a la terminaci6n de la guerra de los diez afios: "estamos tropezando leones y corderos sin co- nocernos ni distinguirnos". Vamos a la cuesti6n esenciail en lo que se refiere al Ej6rcito Libertador. Yo no necesito decir que me adhiero al elogio que de ese Ej4rcito liiciera el senior Garcia Kohly en la sesi6n anterior; yo no necesito deeir mi entusiasmo por ese Ej6rcito, como grupo de hombres en ar- mas que lucharon tenazmente contra todas las probabilida- des y esperanzas por una idea de redenci6n, porque fui siem- pre entusiasta por 61, y no s61o pudiera demostrarlo con pa- labras, sino con hechos, pues pas6 algunos malos ratos por