EVOLUCI6N DE LA CULTURE CUBANA pesos, sin contar los derechos municipales y provinciales. Diez y seis pesos por habitante, cuando en los Estados Unidos es s6lo de seis pesos, sin tener en cuenta que muchos de los artieu- los consumidos se obtienen en el mismo pais, por lo que la exac- ci6n principal, que es alli, como entire nosotros, el impuesto de aduanas, no grava en gran parte las mercancias consumidas por el pobre, como sucede entire nosotros, donde el araneel impone derechos altisimos a los articulos usados por las classes trabajadoras o proletarias. Entre nosotros se ve el fen6meno de que los tejidos de algod6n paguen el 30 por ciento, mien- tras que los de hilo pagan s6lo un 25 por ciento. La joyeria de oro, platino y piedras preciosas devenga s6lo el 7 por eien- to, en tanto se recargan con un 30 las miquinas de coser. El valor de joyas finas importadas el filtimo aiio. en Cuba, ha producido al Tesoro s6lo $47.000, cuando en los Estados Unidos, -identico valor de joyas importadas hubiera pagado mas de $600. 000. Vamos con la Loteria a echar sobre el pais una nueva con- tribuci6n de diez o doce millones por lo menos. Y lo mis gra- ve del caso es, sefiores, que vamos a imponer ese nuevo y cre- cidisimo tribute, sin que el Fisco utilice casi nada de B1. Tratar6 de demostrar que va a ser ilusorio, en gran parte, el ingreso propuesto. Con 41 una nueva carga de doce millo- nes de pesos soportarA el pais, de modo que en lugar de los treinta y dos millones con que hoy tribute, t'ibatar cuarenta y cuatro, lo que represent un gravamen de vcinte y dos pe- sos por habitante. Y yo afirmo, sin temor a ser desmentido por ninguno de los miembros de la Comisi6n dietaminadora, que esa tributaci6n es monstruosa y que es impossible que el pue- blo la soporte sin que se sienta lastimado en so riqueza, en sus elements de producei6n. No puede desconocerse, seiores, que la cuantia de esa renta, de la renta de Loteria, hay que medirla, no por la cantidad que el Fisco utiliza, sino que hay que apreeiarla por la cantidad to- tal pagada por los contribuyentes. No soy yo quien hago es- ta afirmaci6n; la hacen cuantas personas se han ocupado en semejante material. Los que obtienen los premios, sobre todo los premios grandes, son tan contados con relaci6n a los que pierden sus puestas, que puede calcularse estin en la propor- ci6n de uno por mil, o en la de uno por diez mil para los pre- mios mayores. En el proyecto que se dietamina se pretend dar