142 EVOLUCI6N DE LA CULTURE CUBANA inmoralidad con las trampas y el escndalo. Este argument es absurdo y se apoya ademis en una hip6tesis falsa. Tendria aplicaci6n si la Loteria desterrase los demos juegos; pero su- cede todo lo contrario. El que se hall dominado por esa te- rrible pasi6n o necesita jugar, no se satisface comprando bille- tes de la Loteria, que no produce emociones ni alternatives tan violentas ni tan frecuentes como 61 las busca. La Loteria no priva a los garitos de un solo concurrente, mientras que con- vierte en jugadores a honrados padres de familiar, que nun- ca lo hubieran sido, a no verse acosados por el Gobierno, que desea venderles sus ecdulas". "Por otra parte, c6mo ha de ser Atil quitar al vicio la sanei6n penal que le acompafia y presentarle agradable y ro- deado de garantias por la autoridad piblica? De ese modo lo que se consigue es que el juego, en vez de ocultarse, pierda el pudor y se ostente con todas las apariencias de un acto li- cito"'. "Se dice que la Loteria es un impuesto voluntario, de fi- cil recaudaci6n y que deja products considerable. Precisa- mente ha de ser voluntario cuando se funda en el vicio; la re- caudaci6n, aun sin computer los perjuicaios econ6micos que antes hemos indicado, result bastante costosa, y por iiltimo, la cuantia de sus rendimientos no es tanta que haga impossible la abolici6n de este triste recurso financiero, exigida principal- mente por elementales razones de moralidad y de decoro". De los escritores franceses, sefiores, que tanto y tan magistral- mente han tratado sobre este asunto que puedo recordart; muy pocas palabras, porque no quiero cansar la atenci6n ben6- vola de la Cimara. Michel Chevallier, predecessor de Paul Le- roy Beaulieu en la Citedra de Economia Politica de Paris, tratando de la Loteria, dice: "La Loteria es pura y sencilla- "mente un juego de azar en el que la gran mayoria de los "participes pierden la totalidad de sus apuestas. El partido no es parejo entire el pfiblico y el Estado, que hace de banquero. Este se reserve probabilidades mayores que las ofrecidas a la otra parte". Mr. Lacroix dice: "La Loteria, como todo juego, no engen- "dra ninguna riqueza, ni favorece ningfn genero de comercio. "Trae por el contrario un grave perjuieio a la sociedad, sus- "trayendo el ahorro del trabajador y apartindolo de sus ocu- "paciones".