LA ORATOBIA EN CUBA MA "Todo puede haeerlo el Estado con respect al juego, me- "nos reconocerle y sancionarle. Debe discutir, y es asunto dig- "no de ello, los limits y los procedimientos de su acci6n; si "se debe obrar directamente o indirectamente y por qu6 me- "dios; pero es incuestionable que ha de poner cuanto est4 de "su parte para impedir el juego o reducirle". "Si los Gobiernos, movidos por unas u otras oonsideraeio- "nes, se decidiesen a no intervenir en el juego hasta que en "ocasi6n se cometiese algiin otro delito, se comprenderia en "eierto modo que, estimulados luego por la necesidad o arras- "trados por el ejemplo, se dedicasen a jugar como los particula- "res; pero lo que no tiene explicaci6n possible es que, a la vez "que prohiben el juego y lo reprimen, se pongan a cometer ese "mismo delito que castigan". "Pocos son ya los Estados jugadores, pero todavia hay algu- "nos, por desgracia, el nuestro entire ellos, que presentan la "anomalia de atribuirse el privilegio del vicio y que lo monopo- "lizan por medio de la Loteria, mis inmoral que ninguna otra "clase de juego, y en la que el Estado tiene la seguridad de "ganar sin riesgo de perder, puesto que su mecanismo consis- "te en repartir a unos pocos jugadores parte de lo que arries- "garon todos, guardando lo restante para el Fisco." "Este origen de renta no s61o es injusto e inconvenient, sino que es ademis indecoroso, porque ofrece el especticulo de an Gobierno que, en interns de su Hacienda, fomenta y estimu- la el mis terrible de los vicios, no dudando en hacer que cun- da la inmoralidad con tal de que se aumenten sus ganancias". "En el orden econ6mico la Loteria hace una competencia desastrosa a las cajas de ahorro, arruina o empobrece a muchos, es ocasi6n por parte de los gananciosos de disipaci6n y des6r- denes, y esteriliza una cantidad de riqueza considerable, que mueve continue e improductivamente, ya que no hace mas que llevarla de unas a otras manos, dejando parte en las areas del Tesoro". "No hay una causa que carezca de defensores; por eso los ha encontrado tambi6n la Loteria. Siendo inmposible, dicen algunos, que concluya el juego, porque la fantasia hace que en las situaciones apuradas se arriesgue lo poco seguro por lo much desconocido, es mejor que el juego salga a la luz del dia y se verifique en la plaza piblica con intervenci6n del Estado, que no hacerle esconder en los burdeles, donde aumenta la