EVOLUCI6N DE LA CULTURAL CUBANA indirecto, o sea a la clase de poblaci6n, eligiendo mayor o menor numero; pero tratar de que no se implante o de que se restrin- ja, cuando durante diez y siete aios antes de la guerra lo pi- dieron los cubanos, y cuando muchos de los cubanos sufrieron condena en las cfrceles por defender ese principio liberal. y cuando despues de grandes luchas el pueblo cubano ejerci6 ese derecho en los campos de la guerra y en tiempos de la misma Espafia tambien y en las postrimerias de su mando tan com- batido, sin que causara trastornos a la opinion, ni perjuicios a los intereses del pais, pareceria poco serio, a lo menos para mi, que vengo de la Revoluci6n. Creo poeo honroso y poco digno querer cosa que fuera contraria a la voluntad del pue- blo que hizo patria; que no es por cierto su voluntad near a las classes mal llamadas inferiores ese derecho que con tanto tra- bajo han conquistado. Se alega, como argument, que el pueblo puede crear un estado anirquico en el pais, porque hiciera un mal uso de este derecho. Me parece que la opinion sustentada por mu- chos ilusos o muchos refractarios a toda idea de progress, de que haria mal uso de su derecho, no es un argument serio, porque mientras el pueblo vota mis, mas se dedica a apren- der y mas aprende tambien, porque lo hace a costa de su des- gracia y a costa de su porvenir, y siempre a cada nueva vota- ci6n ira corrigiendo las malas elecciones que hubiere heeho. Me dirin que no debe votar nadie que no sepa leer y escri- bir, que quiero el obscurantismo pretendiendo dar voto a los analfabetos. Yo no quiero el obscurantismo; yo s6 muy bien que el voto es la voluntad del elector, y que esa voluntad, para ser total, reclama inteligencia de lo que se haee. Bueno es que se deba saber leer y escribir, pero no debemos ni podemos hacer responsible a nuestro pueblo de los errors y culpas de los gobiernos pasados; por eso el Estado cubano esti obliga- do, y asi lo hemos acordado, a dar gratuita y obligatoria ense- fianza a todos los ciudadanos, y cuando eso suceda, estA de mis el argument, porque este pueblo, el pueblo cubano, acu- dire en masa, como lo hace hoy, a los planteles de ensefianza. Dejemonos, pues, de doctrinarismos y fantaseos. Acorde- mos el sufragio universal, que despues, cuando llegue el mo- mento de ir a las urnas a depositar los votos, alli veremos que los peligros vaticinados eran injustos; veremos c6mo se con- funden amigos y enemigos, como todos se mueven y agitan con 120