EVOLUCION DE LA CULTURAL CUBANA dato imperative, porque cabe hasta el caso de que desaparezca uno de esos candidates, por renuncia o por muerte, o porque tambien se sepan de el cualidades o condiciones que le imposibi- liten para continuar mereciendo la adhesi6n del partido que lo propuso, tenemos que si este caso lega, habri que designer a otro, siendo 6sta una raz6n practice que demuestra que no es infitil que se respeten las minorias en la elecci6n de los compro- misarios. El senior Rius Rivera puede estar seguro, y los sefiores de- legados, de que cualquiera, por alta que sea la figure que para President de la Repfiblica se present, no habrA de contar con mayoria en todas las provincias de la Isla. No cabe que los que tengan mayoria en unas provincias, est6n en minoria en otras ? No es possible en modo alguno que se pueda legar a un perfect acuerdo, que fuera una verdadera resultante de la voluntad national para la designaci6n de Presidente por aque- llos compromisarios, sin reconocer el derecho de las minorias. Las minorias en unas provincias pueden ser mayorias en otras, como pueden ser las mayorias de unas provincias mino- rias en otras; y pudiera suceder muy bien que las minorias de unas provincias unidas a las mayorias de otras fueran las que decidieran realmente la elecci6n, y por consiguiente, ser su can- didato la figure que represent la mayoria de la voluntad del pals. El President de la Repfiblica no va a ser representante de grupos ni de partidos, ni siquiera el representante de la mayo- ria de la poblaci6n, ni de las provincias. El Presidente de la Repfiblica va a ser el representante de dos principios que jue- gan muy bien en esa Constituci6n; va a ser representante de la poblaci6n en masa, de la Isla, y de las tendencies de eada uno de sus territories, y principios que tienen que armonizarse en el Senado y en la CAmara de Representantes. Y por eso la Co- misi6n acord6 para compromisarios un nimero igual al que existe para representantes de la poblaci6n de eada provin- cia; e igual tambien a la suma de los senadores que represen- tan la territorialidad de la provincia. De modo que eabe muy bien que no este la mayoria del pais conforme con lo que re- sulte la mayoria ide la poblaci6n, porque, como ya he dicho, sumando las minorias de unas provincias a las mayorias de otras, pudiera formarse la verdadera mayoria que decide la elecci6n. Es necesario no perder de vista que en la eleeci6n de