DISCURSO pronunciado por el doctor Rafael Portuondo Tamayo, en la se- si6n del 10 de agosto de 1901, sobre el derecho de las minorias. SERORES DELEGADOS: Voy a intentar una obra muy dificil. Tengo que dirigirme no s61o a la Asamblea, sino muy principalmente a mi distinguido compafiero el general Rius Rivera, como parte muy apreciable de ella, que acaba de indicar, con el calor que le es propio, un prejuicio que parece dificil de desarraigar en un hombre de sus condiciones. Dice que no se concibe que en la eleeei6n de compromisarios para Presidente haya minoria y mayoria, cuan- do al cabo estos van a designer s61o una persona, y no cabe por tanto dividir la opinion. Yo niego esa consecuencia, y alegar6, para defender el prin- cipio de que las minorias existan en la eleceei6n de compromi- sarios para Presidente, las mismas razones que tuve para de- fender igual principio respect a la elecci6n de compromisa- rios para senadores, principio que acaba de verse confirmado por la Asamblea. Hay, a mi juicio, dos razones para que se respete el derecho de las minorias. La primer es una raz6n prActica; la segunda, de orden moral. Hace pocos dias el senior Sanguily, con la eloeuencia que le es propia, nos manifestaba aqui que, segiin los principios de !I ciencia modern, no cabe que esos compromisarios lleven un mendato imperative, ni cabe que hombres de conciencia acep- ten eer mandaderos del grupo que los hubiera designado, por- que no cabq tampoeo que estos hombres puedan ir para no dis- cutir las cualidades que reunan los candidates y que pueden variar en el tiempo que corre desde la designaci6n hasta el mo- mento en que ban de ser elegidos. De modo que no pudiendo aceptarse el principio del man-