EVOLUCI6N DE LA CULTURAL CUBANA tancias especiales que ante un pfiblico pueden desarrollarse, y esto lo prev6 el Reglamento que vamos a aprobar, pues a te- nor del mismo, las deliberaciones son reservadas, ya que no son secrets, puesto que el Reglamento divide a la Asamblea en Secciones, las Secciones han de ser las que tengan que delibe- rar sobre los proyectos que aqui se presented, y todavia conform al Reglamento no son las Secciones las que dan la iltima mano a ese trabajo de deliberaci6n y studio, porque antes de ha- cer la proposici6n definitive de las cuestiones a la Asamblea, cada una de esas Secciones delega en un comisionado, y reu- nidos estos constituyen la comisi6n redactora, y de esta manera, sabiamente dispuesta, se realizan los trabajos mfs dificiles. De modo que el trabajo de deliberaci6n, que la obra de studio, no tiene que realizarse en condiciones mis o menos favorables, a la faz de un pueblo; y asi se evitan los incidents que la per- turben y que distraigan su atenei6n del objeto a que debe diri- girse: esa operaci6n de studio se verifica en el seno de las See- ciones, esas Secciones se refinen, si no secret por lo menos re- servadamente, en local distinto de este, y que escogera cada una de ellas, y alli realizarin los studios, y esos trabajos parcia- les, segfin lo dispone el Reglamento, vendrAn a concretarse, a armonizarse, digAmoslo asi, cuando se refinan los delegados de cada una de las Secciones, que vienen a eonstituir la Comi- si6n; y ese studio de la Comisi6n vendri como dictamen a esta Asamblea, y todavia preve mis el Reglamento, todavia ese dicta- men no puede discutirse en la misma sesi6n, queda forzosamen- te sobre la mesa y se dan copias para que cada cual lo lleve a su morada y alli lo estudie a solas y delibere consigo mismo; de es- ta manera cada uno tiene formado y fijado el mejor coneepto y criterio sobre el punto, cuando viene a las sesiones de esta Asam- blea. Indudablemente que en la mayor parte de los easos no ha de producirse modificaci6n alguna en el criterio de cada delega- do, pues que como ha deliberado sobre el asunto con detenimien- to, ha de traer forzosamente un eriterio perfectamente definido y claro sobre las cuestiones mis esenciales, y por este procedi- miento s6lo dejara de apreciar simples euestiones de detalles, que no siempre se pueden apreciar, pero que a cualquiera otro compafiero se le ocurriran en las sesiones. De suerte, que el riesgo de que la publicidad cause per- juicio a la solidez del eriterio y a la claridad de percepci6n de las cuestiones de verdadera importancia, para que se traten 102