EVOLuCI6N DLA LA CULTURE CUBTANA tan luminosa como si se discutiera en sesiones secrets, en las que, no cohibidos esos delegados por el temor del piiblico, trae- rian a la diseusi6n arguments muy importantes, tal vez deci- sivos y capitals para la formaci6n del C6digo fundamental de nuestra patria. Yo entiendo que este argument es muy d6bil, porque, co- mo dijo ayer con gran elocuencia-y en esto reproduzco las pa- labras del senior Morfia Delgado-, como dijo ayer con gran elo- cuencia el senior Zayas, dispuesto como esta por el Reglamento que la Convenci6n se divida en secciones donde se discutirian las bases de nuestro C6digo politico, vendra ya a esta Convenci6n resuelto todo el problema constitutional, porque eada una de las materials que hayan de constituirlo serAn consideradas por las seeciones, y en ellas cada senior delegado podri hablar y dar su dictamen sin el temor que habria de imponerle la presencia del pueblo. Independientemente de esto, sabido es que las asambleas publicas son el palenque en que se forman los grandes orado- res, que con su elocuencia influyen en la civilizaci6n y en la grandeza de los pueblos. Se ha sostenido por algunos que !a elocuencia es un mal; que la elocuencia s61o sirve para defender la mentira y ocultar la verdad; que no es luz que alumbra el camino del progress, sino, por el contrario, sombra que anubla y extravia la concien- cia humana. Tal opinion es inexacta. Si la palabra pudo servir alguna vez para defender la men- tira, enfrente de esa palabra se levant otra mas eloeuente para defender la verdad, porque la verdad, como hija del eielo, se impone a todos los hombres por los prestigious de su propia vir- tud y de su propia fuerza. Por otra parte, acaso es necesario ser orador para poder intervenir en estas discusiones? Para hablar de modo inte- ligible, que es lo que debemos pretender nosotros, basta saber lo que ha de decirse. Boileau, en su Arte Poetica, expone esa idea, que Joaquin Maria L6pez ha vertido al castellano en la siguiente forma: "Lo que bien se concibe claramente suele expresarse, y aun deeirse puede que por si mismas vienen las palabras". Esta afirmaci6n me ieva como de la mano a tratar del se- gundo argument expuesto por el senior Morfia Delgado.