LA ORATORIA EN CUBA ses de la Deuda llegaran a absorber el cincuenta por ciento de los ingresos, mientras en el presupuesto de la peninsula ese servicio s61o alcanzaba la proporci6n de treinta por ciento. SLa deuda!... Carga enormisima, expoliaci6n inaudita de que se hacia victim a la empobrecida Cuba! Porque ha- beis de saber que la mayor parte de ese pasivo corresponde al tesoro national, que sin otra raz6n que la que el clasico fabulista latino pone en boca del rey de las selvas, quia nomi- nor leo, hacia pesar sobre la Hacienda cubana las atenciones de Fernando P6o, los gastos de la reincorporaci6n de Santo Domingo y las onerosas results de la desdichada expedi- ci6n a M6jico. i Y aun asi circulaba muy acreditada en Es- pafia esta frase lamentosa, que yo siempre escuche con pena y rebati con energia: iCuba nos cuesta much dinero!... iSi en todos brillara la prudent virtud de no hablar de lo que se ignora, no se dirian tantos disparates! De Espafia no ha ido hasta ahora un e6ntimo a Cuba; el tesoro national s6- lo tiene una responsabilidad subsidiaria con relaci6n a ciertas partidas del presupuesto cubano, responsabilidad que s61o se haria efectiva en el caso de la independencia; Cuba no ha sido nunea una carga para Espafia, y es menester decir- lo muy claro para que no se repita esa frase que tiene toda la punzante ironia de un intencionado sarcasmo. Cuba ha tenido siempre un tesoro independiente del de la metr6poli; eon sus propios recursos ha sostenido su ej6rcito, su armada, sus tribunales, su clero y todos los servieios de su administra- ci6n; ha pagado deudas de Espafia, como acabo de indicar, y hasta ha mandado varias veces cuantiosos sobrantes para aliviar la penuria de la madre patria... S6lo, ahora, con moti- vo de la actual guerra, y lo consigno para acallar toda obje- ci6n, extenuadas las fuerzas contributivas de aquel pais aso- lado, ha tenido necesidad Espafia de enviar dinero, pero s6- lo como pr6stamo o anticipo, que el tesoro cubano debe rein- tegrar. El concept denigrante que de la colonia se tenia en Es- pafia inspire a los equivocados gestores de la hacienda un regimen de absurdo proteccionismo para las industries de la peninsula, que fu6 la mis inhumana coneulcaci6n del dereeho a la vida del comercio y de la industrial cubanos. Pero como importaba poco la prosperidad de la colonia,