EVOLUCI6N DE LA CULTURAL CUBANA tras colonies se glorien de su ascendencia y ostenten con or- gullo el titulo de vuestra naeionalidad? Pues tratadlos con justicia y no los despojeis de lo que los pueblos tienen en mis estima: el sentimiento de su dignidad. Quereis que las colo- nias vivan contents con el ejercieio de vuestro poder y rin- dan culto a vuestra soberania? Pues empezad por respetar los suyos y reconocer sus derechos, para que practic~ndolos libremente adquieran la responsabilidad de sus deberes. SQuereis unir a vuestra historic, enlazar a vuestro destiny, el pueblo colonial? Quereis que por 61 sea bendeeido vuestro nombre y agradecida vuestra tutela, aun en el dia de la emancipaci6n, si este es el termino marcado por el dedo de Dios a su evolutivo progress? Pues no desnaturalic6is vues- tra misi6n, que es muy augusta y generosa; inspired vuestro proceder en la suavidad amorosa de los sentimientos materna- les, no en la repulsiva dureza del despego de madrastra; no aspireis a ganar voluntades con la fuerza, que ella s6lo ven- ce las resistencias materials, pero no reina en los corazo- nes; cumplid con abnegado altruismo vuestros deberes, que son muy graves y mis numerosos que vuestros derechos, y asi sera perdurable el equilibrio, profunda la armonia, eter- na la concordia y salutifera vuestra intervenci6n, que la his- toria podra calificar un dia de inmaculada y gloriosa. i Cuantas lagrimas y cuantos dolores se hubieran evitado si 6stos hubieran sido los principios informadores de la po- litica colonial! Espafa, como todas las naciones de raza la- tina, estim6 siempre sus colonies como feudos patrimoniales, concept que el lenguaje juridico, de acuerdo con el vulgar, significaba en la frase posesiones y celosa de sus derechos de dominio s6lo se preocup6 de hacerlos productivos, mos- trandose indiferente y aun opuesta a la prosperidad de su imperio colonial. Yo me guardar6 de imputar singularmente a Espafia delitos que por igual cometieron los demas pue- blos conquistadores; pero ya que en Espafia estamos, y de Espafia somos, si he de censurar con acritud el regimen colo- nial por ella practicado, que acaba, por ventura para todos, con las postrimerias de este siglo, y he de recordaros, ha- ciendo aplicaci6n de lo expuesto, la injusticia de las relacio- nes entire Espafia y sus colonies, refiriendome a Cuba, que es lo que conozco, y no tengo por costumbre hablar de lo que no se.