LA ORATORIA EN CUBA pia juridica, o se niega la libertad natural que poseen las per- sonas para regir su vida y determinar, con arreglo a sus leyes esenciales, las condiciones de la relaei6n entire los medios y el fin, o se reconoce y proclama el derecho de autonomia, esencial en todo sujeto de derecho, inclusive en la colonia, y por cuya virtud, en todo aquello que corresponde a la persona de un mo- do particular, propisimo y exclusive, ella, s6lo ella, tiene auto- ridad para legislar, ejecutar y juzgar; porque girando y mo- vi6ndose dentro de su 6rbita es como cumple su destino, a nadie lesiona ni maltrata, no viola ningin derecho, ni infringe ningin precepto, ni perjudica mis intereses que aquellos que, eareciendo de otros titulos que no sean los de un egois- mo criminal y una codicia insaciable, buscan y eneuentran, en la ignorancia y en la apatia hacia el hAbito de pensar, resis- tente apoyo para sus malvados apetitos y cumplida defense de sus salvajes atropellos. Aut6nomo es el individuo para ejercitar su capacidad de derecho, empleando racionalmente su esencial libertad en la consecuei6n de su fin; aut6noma la familiar, dentro del invio- lable secret del hogar que la cobija; aut6nomos el municipio y la provincia, segin los rectos principios juridicos, para esta- blecer el primero el regimen de la comunidad de families, y realizar la segunda su misi6n unificadora de intermediaria de los poderes local y central; aut6noma la naci6n para desenvol- ver sus naturales energies, dentro del circulo de su particular actividad; aut6nomo el Estado para formular y hacer efectiva la regla de derecho; aut6nomas las sociedades todas, cuales- quiera que sean sus licitos objetivos, con tal que no quebran- ten los universales principios de la moral y acaten el supremo imperio del derecho... Y s6lo la colonia, porque atesora en su fecundo seno auriferos veneros, que son suyos, exelusiva- mente suyos, como que forman parte del caudal de sus medios juridicos; s61o la colonia ha de sufrir eterna y ominosa servi- dumbre, sin esperanza de disfrutar un dia de su sagrada y na- tural libertad ... Contra estas razones nadie alega arguments que merezean tal nombre; pero se adula el amor propio de los dominadores; se opone que la metr6poli tiene derecho a incondicional sobe- rania; se estima la colonia no como un fin, sino como un me- dio; se habla much de los derechos de la metr6poli, pero nadie se acuerda de sue deberes; y hasta se present la obra de la