EVOLUCI6N DE LA CULTURAL CUBANA bres en dos irreductibles y eternamcnte opuestos bands, infil- tran en la voluntad el veneno del odio, abren cataratas de san- gre al golpe siniestro de desatadas violencias, y extienden por el mundo la desolaci6n de las ruinas y las negruras de la muer- te... Si, sefiores, mar insondable, profundo y sin mensura, es el problema colonial, porque no hay problema politico que en 61 no est6 contenido; mar revuelto y nunca aquietado, porque lo agitan los desbocados vientos de la pasi6n, envolviendo en sus furores a los que, por deber ineludible o generoso impulse, aco- meten la 6pica empresa de confiarse a sus procelosos rigores, interponiendo a veces entire la raz6n y la realidad cientifica in- superables alardes de bastardo egoismo, y anulando y obscure- ciendo, con el loco desenfreno de su vertigo, la serenidad del juicio mejor dispuesto, como no se lleve dentro de si abun- dante bagaje de honradas convicciones y s6lida pericia, finicas armas capaces de contrarrestar aquellas fuerzas indomables. Si me preguntcis por qu6 yo, timonel inexperto, tripulante novel, sin el hibito de la lucha contra las tempestades de la po- litica, y cuando mi rostro no ha sido afn azotado por las rifa- gas de la borrasca, me lanzo decidido a surcar el pavoroso pi&- lago, navegando temerario en la frfgil barca de mi escasa cien- cia, os dir6 que cuando la necesidad lo exige, nadie, por pe- quefio que sea, debe creerse dispensado de intervenir en el combat, si no para esgrimir las bien templadas armas de un prestigio consolidado, para ayudar en la media de las pro- pias fuerzas a los que dirigen la acci6n; para cooperar al 6xito just; para contribuir, con las virtudes de una especulaci6n desinteresada, a la aceptaci6n de la verdad, al afianzamiento de la justicia y a la triunfante propagaci6n de aquellas ideas que s6lo por error o mala fe pueden ser desechadas, logrando arraigarlas en el animo de los convencidos, y hacerlas pene- trar y asentarse en la mente de los equivocados, para que asi sean fructiferas y produzcan los beneficiosos resultados que es dado esperar de su natural bondad e intrinseca eficacia. Atravesamos, sefiores, el period mis critic; vivimos en el moment mis decisive de la historic colonial espafiola. Acaba de sancionarse por el poder metropolitan un regimen de am- plia libertad, de complete descentralizaci6n en el gobierno de las colonies americanas, y es bien que, cuando apenas se inicia el nuevo estado de derecho, estudiemos lo que es la colonia y hagamos algunas reflexiones acerca del regimen en que hasta