MORALETICA DEL PERIODISMO He aqui c6mo William Allen White -maestro de maestros-- se produjo como periodista el mismo dia en que, desgarrado come hombre, vi6 que enterraban a su finica hija, Miss Mary White: "Los peri6dicos que dieron la noticia, dijeron que Mary White habia muerto de results de haberse caido de un ca- ballo. iC6mo se habria reido Mary al leer eso! Nunca hubo un caballo capaz de hacerla caer. Los hubo que cayeran -con ella en la silla-; o que, tratando de sacarla de la silla, le cayeran encima. tParece que siempre trataran de caer en mis brazosn, solia decir Mary. Pocas amazonas como ella. Jine- teaba maravillosamente cuanto pudiese Ilevar silla y freno. Muri6, no por haberse caido de un caballo, sino por haberse fracturado el crineo, al tropezar, yendo a caballo, con las ramas bajas de un arbol. "Sn iltima hora fu4 tan feliz como todas las que pas6 en la vida. Volvi6 de la escuela con ganas de dar un paseo a caballo. Ripida y alegre se puso el traje de montar mientras charlaba con sut madre, y fu6 en busca del caballo para salir cuanto antes. A medio galope, recorri6 las calls saludando a derecha e izquierda. Ella conocia a todo el mundo y todo el mundo la conocia a ella. Su graciosa figurilla, con la trenza larga y la cinta roja que le sujetaba el cabello, era popular en Emporia desde hacia diez afios. Pas6 cerca de los Kerr y los salud6 con la mano; a una amiguita que cru- zaba a distancia la salud6 lo mismo. Cuando hubo doblado la calle del comercio, el caballo se lanz6 a galope tendido. Cruz6se con un condiscipulo y lo salud6 tambi6n, pero con la mano en que Ilevaba la brida; el caballo vir6 ripidamente y se meti6 en el parque, rectamente hacia un arbol que tenia las ramas bajas. El choque sobrevinq cuando ella saludaba todavia, con la cabeza vuelta hacia atris. Pero no se cay6 del caballo; se desliz6 al suelo, aturdida por el golpe y se desmay6. Nunca recobr6 el conocimiento. "Pero no la tir6 el caballo, ni iba a la carrera. Un aio antes era costumbre suya correr como el viento, pero luego modific6 aquel hibito y usaba el caballo sl6o para refrescarse, respirar aire puro y hacer ejercicio. A esta necesidad se debi6 el que la intrepida figurilla vestida de kaki fuese vista con gran frecuencia en los caminos campestres de nuestra comar- ca, y el que un cuerpo frigil y enfermizo se convirtiera en sano y fuerte. Pero la equitaci6n no s61o di6 vigor a sus misculos sino, tambi6n, entereza y alegria a su joven espi- ritu. Mary era la criatura mis alogre del mundo; y lo era porque estaba ampliando el horizonte de su vida. "TrabW relaciones con gente de today clase y condici6n. Charles O'Brien, el policia de trinsito, era su amigo; y co- nocia a todas las muchachas, blancas y negras, acomodadas y pobres. En casa hacia animadas narraciones de sus paseos, le encantaba retozar y siempre estaba de broma. Sn buen humor era un continue burbnjeo de alegria. Traviesa sin malicia, los