OCTAVIO DE LA SUAREE stores de mesa, bien por no poder apreciar a traves de la ajena version del hecho determinados detalles o simplemente por escep- ticismo sobre la capacidad del narrante o cansancio en esa labor, que es fatigosa como ninguna. Para evitar corresponsabilidad en la delicada material, el pe- riodista debe cefiir su labor professional a este sencillo precepto: la redaccidn es para conformar las noticias, no para deformarlas. S61o asi tendra libre su credito de suspicacias y su conciencia de temores. "Hinchar el perro" es tarea mis riesgosa de lo que parece, ain cuando se ejecuta de buena fe al servicio de la noticia. Verbi- gracia, todos los periodistas de La Habana recuerdan con escin- dalo el episodio conocido por "El Chaleco de Gonzalez Lanuza". Sucedi6 asi: cuando el incident entire los legisladores Lores y San Miguel en pleno edificio de la Camara de Representantes, el primero hizo dos disparos al segundo, sin tocarle, y todos los dia- ries publicaron que uno de los plomos habia rozado el chaleco de otro parlamentario, Jos6 A. Gonzilez Lanuza. Pues bien: 6ste declar6 al dia siguiente a la prensa que todo ello era exacto, que 1l habia presenciado la penosa escena pero que... no portaba chaleco en ese moment. Una hibil excepci6n de esta peligrosa regla fu6 hecha por un compaiiero de much talent, prematuramente fallecido para des. gracia de las letras cubanas: Miguel Luis de Landaluce y Setiln, quien durante la primer visit de George Bernard Shaw a La Habana, defraudado en sus prop6sitos de verle porque el gran literate permaneci6 en el barco, le hizo una entrevista ima- ginaria para cuyas respuestas utilize concepts vertidos anterior- mente sobre la vida, la sociedad, la political, el humorismo y la experiencia en varies libros del exc6ntrico ingl6s. La Voz, de La Habana, insert aquel reportaje peregrine de Landaluce, las agen- cias cablegrificas de prensa lo difundieron y dias, despu6s, cuando Shaw lleg6 a New York y los reporters le asediaron solicitando una entrevista, 61 les respondi6 con sorna: "Me alegro saber lo atrasados que est6n los periodistas norteamericanos. Aprendan con uno de La Habana, que me ha entrevistado sin entrevistarme." (200) INFORMAL ES COMO MEDICAMENTAR: UNA DISCIPLINE, NO UNA LICENCIA Si la noticia es suprimible o no, no hay duda que es, tambien, element a administrar. Puede decirse, inclusive, que es el "h6mo sapiens" del mundo informative y merecedora, por tanto, de igual (200) Ver La To0, 27 de mayo de 1933.