MORALETICA DEL PERIODISMO 293 ignorarse, negarse. Ha sido indispensable que el Presidente de la Repdblica (196) nos honrase echando, por su propia mano, a vuelo, las campanas de nuestra parroquia, para que algunos perid- dicos "de estereotipia" se resignasen a reconocer la existencia,, en el mundo del periodismo, de un 6rgano cubano, para el bien y la seguridad de Cuba, que se Ilama, como a su caricter correspon. de, La Naci6n. En otra ocasi6n, Mirquez Sterling, insistiendo en el tema, escribi6: (197) "Se puede observer la ley del compaiierismo y tener el valor de las convicciones." LA REDACCION ES PARA CONFORMAR LAS NOTICIAS NO PARA DEFORMARIAS El hecho de haberse incluido en este capitulo, casi exclusiva- mente, opinions de directors y editors de peri6dicos, no sig- nifica que la responsabilidad en la supresi6n o no de noticias sea tan s61o de su incumbencia (198). Lejos de ello, el process se pre- senta y resuelve a diario, inamn military, por muchos correctores de estilo y no pocos redactores de mesa sin dar cuenta para nada a la superioridad. Por eso puede marcarse como una significativa ventaja del periodismo modern obtenida a trav6s de las Escuelas del ramo, la eliminaci6n de ese tipo de reporter, apto para captar y traer la noticia pero no para escribirla, que en otra 6poca provocara la admiraci6n de Dana (199). Es en los trabajos de transcripci6n de esa clase, por cierto, donde mayor oportunidad de cometer la supresi6n de noticias tienen los correctores de estilo y los redac- (196) Lo era entonces el mayor general Mario G. Menocal y Deop, de cuya political fu6 adversario Marquez Sterling. (197) La Nacion, Afio III, No. 494, sabado 16 de febrero de 1918. (198) Aqui de Emerson: "Cuando personalizo una ocurrencia, no es para buscarle responsible, sino para darle fuerza al relato." (199) -"El hombre cultivado no es en todo caso el mejor reporter --de- cia Dana, parad6jicamente, a alumnos de una Escuela.- Uno de los me- jores que conoci era un hombre que no hubiera podido deletrear cuatro palabras ni para salvar la vida; pero piempre captaba el hecho tan exac- tamente y comprendia tan bien su aspect pintoresco, de interns e impor- tancia, que valia la pena tener otro hombre con conocimientos de grami- tica para que le escribiera el reportaje".