MORALETICA DEL PERIODISMO Estos peri6dicos modernos, cuyas seis, ocho, diez piginas han de llenarse, cueste lo que cueste, son el libro de oro del bandidaje y del asesinato. Jamis los directors de estas hojas populares sa- bran el profundo reconocimiento que les tributan los atracadores y, en suma, todos los que ejercen una profesi6n inconfesable iQub ensefianza para un aprendiz de salteador estas cuatro colum- nas de texto apretado sobre tal o cual hotel desvalijado, o sobre tal o cual castillo saqueado por una banda negra bien organizada! iCuanto provecho se saca de todos estos detalles, tan fielmente re- latados por un periodista concienzudo! iY esas fotografias de lu- gares...! iCon una cruz negra sobre el muro para marcar el sitio del escalamiento, o sobre la ventana por la cual los muebles de lujo fueron bajados por audaces bandidos! iQun mejor lecci6n de cosas puede hallar un debutante?" PRESENCIA DE LA SUPRESION EN LOS CODIGOS DE PRENSA Generalmente, los c6digos de etica de las asociaciones perio- disticas y los postulados de muchos Congresos de Prensa aluden al problema de la supresi6n de noticias. Como ejemplo de ello, transcribimos seguidamente algunas acotaciones: "La cAsociaci6n Editorial de Kansas>, en su C6digo, se mani- fiesta a favor de "ignorar completamente ciertos crimenes contra la moralidad privada, que lastiman nuestros mas nobles senti- mientos." William Southern, Jr., en las replas que propuso a la Prensa de Missouri, especific6 en cuanto a la noticia "que suprimir su ver- dad, cuando Asta petenece al pdblico, es una traici6n a la con- fianza colectiva." "La profesi6n del periodismo reconoce que la libertad no es libertinaje. Por tanto -pregonan los diaristas de South Dakota-- consideramos la supresi6n de noticias como una funci6n legitima por parte del periodismo honest para descajtar el material in- debido." Cokin V. Dyment, ponente del Cddigo de Etica de Oregon, dice que "si el interns pfiblico o social parece que va a ser mejor ser- vido por la supr.esi6n de una noticia, debemos suprimirla." Las instrucciones de la Organizaci6n. Periodistica Hearst pres- criben que "se den sin prejuicios las noticias de todos los credos y partidos." En las normas 6ticas de La Prensa de Buenos Aires se estatuye entire los deberes del periodista el de "no omitir nada de lo que el piblico tenga derecho a conocer." For otra parte en el apartado tercero de uno de los C6digos franceses, se admite "que el periodista puede abtenerse de publi- car una informaci6n verdadera, pero nunca publicar una que le conste que es falsa."