280 OCTAVIO DE LA SUAREE Los arguments empleados en pro y en contra son tan nume- rosos como interesantes y a continuaci6n reproduciremos los mis calificados: Millaud (186) fundador de Le Petit Journal que, durante algiin tienmpo, lo fu6 inclusive de tamafio, decia un dia, irritado, a su co- lega Villemessant, a tiempo que arrojaba al cesto una informaci6n que ieseaba pero que no podia publicar por falta de espacio: -gLq ves? Hay que tener el valor de ser estfipido. Con cuya anecdota forma filas centre los enemigos de la supre- sion de noticias. El espafiol Manuel Prados y L6pez entiende que "ante el pro- blema de sacrificar informaciones, el periodista debe reaccionar serenamente y optar por la supresi6n de lo accesorio." La prueba periodistica de la noticia, afiade, consiste en la valuaci6n y 6sta se impone atin a travis de supresiones parciales. Para Paul Scott Mowrer, del Chicago Daily News, la raz6n de ser del peri6dico "es suministrar a sus lectores cada dia las uilti- mas noticias. Todo lo demis es secundario." iSe entiendo bien? S61o las ziltimas noticias. Luego, si sumamos horario mis discrimi- naci6n. para determinar cuiles tienen ese caracter para cada diario, tendremos supresidn. Adrien Hebrard, por su parte, decia: "No basta que una noticia sea exacta; es necesario que sea verificada." En ese caso, a juicio de tan distinguido maestro del periodismo, puede suprimirse aqulla que, a la hora del cierre de la edici6n, no haya pasado por el se- gundo tramite. Georges Clemenceau, cuando dirigia El Hombre Libre respondi6 a la cuesti6n con estas palabras: "Se trata de saber si los benefi- cios de la libertad del bien, compensan los peligros de la libertad del mal. Tengo confianza en el espiritu human. Yo creo en la Libertad", con lo que se afili6 al partido de los que screen qaue todas las noticias deben publicarse. Uno de los directors de L'llustration de Paris, Marc, se ma- nifestaba como el anterior pero a condici6n de circunscribir a los limits de determinada pigina, la inserci6n correspondiente. Las noticias de sociedad o de policia, verbigracia, no las mandaba a imprimir jams en las primeras de la revista. Karl Biicher entendia a su vez que s61o debian ser publicadas aquellas noticias que parecieran dictadas "por un incorruptible sa- cerdote de la verdad, no por un charlatin a sueldo.* Hilaire Belloc, periodista cat6lico, en su studio sobre la Ila- mada prensa libre gala de 1914, acusa al capitalism surgido de la Reform de esclavizar completamente a la prensa por medio de la supresiin y la mentira impuestas por los patrons. (186) ARTURO PABLO ALBERTO DAVIR MILLAUD (1836-1892), redac- tor durante 22 afios de Le Figaro, despues accionista, cronista parlamen- tario, reporter, fundadol de peri6dicos y revistas y autor de Pequenia Ne- mesis, obra en dos volimenes (1869-1872) en la que recogi6 parte de su valiosa revista cotidiana de hombres y cosas.