MORALETICA DEL PERIODISMO que las libre. Haga el favor de darle un chance al General Eisen- hower para que 61 mismo constituya su record. f. W. R. Hearst". Otro corresponsal distinguido, William B. Dickinson, al servicio de la United Press, ofreci6 a su vez un hermoso ejemplo de c6mo debe entender el periodista la discreci6n en el siguiente despacho aparecido con su firma: "Nueva York, noviembre 29, 45.-(Unit- ed).-El coronel Charles A. Lindbergh envi6 a tierra envuelto _en llamas a un aparato "Cero" de caza japon6s, como resultado de una corta andanada de los cafiones de su avi6n "Lightning" del ejercito norteamericano, durante el raid que las fuerzas areas de los Esta- dos Unidos desataron contra las instalaciones petroleras de Balik Papan, en Borneo, el 10 de octubre de 1944. "Una alta autoridad military, de la cual este corresponsal obtuvo la version original del hecho -hace mis de 13 meses- acaba de de- jarme en libertad para revelarla al piblico. "La raz6n de este secret, guardado hasta que termin6 la guerra con el Jap6n, es obvia. Lindbergh era un civil y no estaba supuesto a participar en combat alguno. "Despu6s de su finico vuelo como combatiente a Balikpapan, el general George C. Kenney, comandante de las Fuerzas A6reas, le orden6 que no hiciera mis ningun vuelo de combat. "Lindbergh, que entonces contaba 42 afios, habia venido al sud- oeste del Pacifico semanas antes como civil, adscripto a las fuer- zas areas del Ej6rcito, para entrenar a pilots de caza norteame. ricanos en vuelos de largo alcance." LA NOTICIA Y SU COMPLICADA MORAL DE CIRCUNSTANIAS Supongamos ahora que el periodista tiene ya en la punta de la pluma una noticia: c6mo debe proceder con ella; c6mo debe administrarla? Pues como en el base-ball procede el "pitcher" con la pelota que ha de lanzar a "home", es decir, nunca a dis- creci6n, sino con discreci6n. Imagin6mosnos, precisamente, un artist del box durante la responsabilidad del lanzamiento de la bola. Con ella en la mano, observa y asimila una y otra vez la disposici6n del campo, el "team- work" de los jugadores, el o los hombres en base, las sefias del "catcher", las excitaciones de los espectadores, la pizarra de la anotaci6n del carreraje y las instrucciones del "manager". Des- pu6s, filos6ficamente, la tira a su destiny. Y esta political de acci6n la repite tAntas cuantas veces la pelota cae en su diestra. El periodista tiene que someter a igual rigor la noticia -cada noticia que caiga en su pluma. El tambi6n debe infinitos y pre- miosos miramientos a las circunstancias de ese juego de juegos