OCTAVIO DE LA SUAREE aventura. El saldo patri6tico de Napole6n el Grande era abru- mador para Francia: 4a qu6, entonces, segunda parte? !Y que decir de la aventura alemana de nuestros dias, de aquella traici6n de su prensa que se pleg6 resignadamente a Hitler? (163). LOS CASOS DE CONCIENCIA Y EL EJERCICIO PROFESSIONAL Como el gourmet ante el restaurant donde se dispone a comer o el mozo que quiere casarse ante la mujer que le gusta, el perio- dista es llevado siempre a prestar su concurso a determinado (163) El Autor ilustr6 estos concepts con una conferencia sobre el American Institut of Public Opinion de la Universidad de Princenton, y el Litterary Digest, de U.S.A. y L'Institut d'Opinion Publique y el Service de Sondages et de Statistiques (S.S.S.) de Francia, particularizando su informaci6n, empero, sobre GEOR(;ES GALLUP, creador del sistema de su nombre en 1932, basAndolo sobre la idea general de que para sondear la opinion puiblica es in6til interrogar sobre tal o cual cuesti6n a millones de individuos puesto que un n6mero limitado basta para representar la opinion promedio de las grandes masas de poblaci6n. Agrego el Autor que asi como cuando uno quiere saber el porcentaje del mineral contenido en una tonelada extraida de cierta excavaci6n, es suficiente con tomar aqui y allA, en parties lo mis distantes posibles entire si, algunos montoncitos y examinarlos, Gallup entiende que basta con orga- nizar un ramal de investigadores que cubra los medios sociales mas diversos y que haga en ellos, independientemente, la averiguaci6n que se desea. Mineral o personal, responderin en lo minimo por lo maximo. Este m6todo ha sido experimentado con exito y su experiencia prueba que en un pais de 145 millones de habitantes como E. U. A., basta con interrogar a tres mil personas para tener un concept exacto de la opinion p6blica. Una vez se ensay6 de extender la "enquete" a 60 mil personas, pero se constat6 que, a partir de las 3 mil antedichas, balanceando la opinion por cada grupo de ese guarismo, el resultado no variaba sino en un 5%. Record asimismo el Autor el fracaso del Litterary Digest que en 1936, en visperas de las elecciones presidenciales norteamericanas, efectu6 una consult sobre los candidates entire sus lectores. Tres millones de personas respondieron y el pron6stico a derivar de su opinion fub que Mr. Landon ganaria por un margen del 55% de los sufragios que se emitieran en el pais. Pues bien: al mismo tiempo, Gallup, actuando nada mas que sobre tres mil individuos, obtuvo un resultado semejante en n6mero pero a la inversa en candidate, pues infiri6 que efectivamente habria una mayoria del 55% para el vencedor, pero que 6ste seria... Roosevelt. Las urnas confirmaron su veredicto con s61o una variaci6n de cerca del i%. Esto confirm -sigui6 diciendo el Autor a sus alumnos- los principios de Gallup, seg6n los cuales es necesario interrogar las personas mis diferentes posibles, las mas ajenas unas a otras, y someterlas a las preguntas mis objetivas, teniendo cuenta por igual de las opinions menos autorizadas y de las abstenciones, si se quiere obtener un resultado exacto. Dos conclusions imprevistas surgeon, como se ve, de la aplicaci6n del sistema