OCTAVIO DE LA SUAREE Este es un derecho optional -nos apresuramos a consignarlo asi- que nada tiene que ver con la tecnica professional, ya que los directors o gerentes tienen a su vez el de exigir que, en ese aspect, cualquiera que sea el destino que en material de publicidad se otorgue a lo escrito, su contextura periodistica sea de la mejor clase. Es inmoral la presunci6n de que pueda existir en perio- dismo una double factura de calidad, segin la reputaci6n del autor sea expuesta o no ante el piblico por la firma (160). Como consecuencia de todo esto, el periodista debe ser ilus- trado en su peri6dico sobre esa posibilidad contradictoria a media que desenvuelva su cooperaci6n en el mismo. Esta inteligencia previa deriva en una contribuci6n valiosa para la homogeneidad moral antes estudiada. Un tribunal de Viena se vi6 compelido en 1935 a decidir qui6n tenia raz6n entire el periodista que se quejaba de haberse hecho aparecer con su firma un suelto escrito para publicarse como de redacci6n y el editor que reivindicaba su autoridad para firmar a discreci6n y enviar a la imprenta cuinto le pareciera convenient de la labor de su personal. El fallo fun condicional, pues se bas6 en que ambos podian hacer constar, previo acuerdo en uno u otro sentido, en el contrato respective de trabajo, uno u otro derecho, ya que la obra periodistica era mercancia a vender previa cliusu- las de acomodamiento. No obstante, amparando la costumbre in- terior de redacci6n al periodista querellante, el editor fu6 amo- nestado para no proceder mis asi y discutir en breve plazo la cuesti6n con vistas al contrato de trabajo, a fin de obtener unia norma fija. Igualmente los jueces de Austria, donde la legisla- ri6n de prensa esti muy adelantada, ban conocido de casos en contrario, promovidos por compafieros a los que sistemiticamente se les ha "anonimizado" la labor, como represalia personal ten- diente a disminuir su crdito en la opinion. EL DERECHO A NO ESCRIBIR CONTRA LA VERDAD 0 EL PROPIO CRITERIO Si de una forma u otra pero invariablemente el periodista capitalize la funci6n professional que ejerce en la Prensa, es in- discutible que tiene que ser cauto en las directrices editoriales (160) A nuestro Marti debemos una valiente norma 6tica en relaci6n con este concept, pues en el ncimero de junior de 1884 de la revista La Amirica hizo imprimir una nota que decia: "Por todo lo no firmado, Jose Marti".