SOJRALETICA DEL PERIODISMO en una vasta proporci6n, los deberes del soberano, del cl&rigo y del parlamento, puesto que dirige, educa y discute", pero con la ven- taja de conducir los espiritus, sin que se percaten, "hacia el estu- dio de los problems actuales", como se dice en la Section de Journalism de la Universidad de Montreal, Canada. La persona fisica a que hemos aludido puede sentirse mortifi- cada o perjudicada y serlo, evidentemente, por la Prensa, con la revelaci6n y critical de cualquiera de sus actos pfiblicos o parti- culares. La catalogaci6n de esos delitos es muy extensa y por eso nos referiremos solamente a los mas tipicos. Un ciudadano puede sentirse difamado, injuriado, desacredi- tado, en su persona fisica, como objeto de mala voluntad y esti- marse lesionado, no ya en si, sino en su familiar, por la irrupci6n de la pornografia en las piginas del peri6dico. Sin embargo, no ya la ley, hasta la filosofia, se ven confusas a veces cuando se trata de precisar el grado de responsabilidad contraido por el periodista en algunas de esas circunstancias. Esto se debe a que la publicidad dada al pensamiento motivo de litigio, le impone trascendencia pfiblica, esto es: importancia desusada. SQu6 es difamar, en efecto? "Hacer perder la buena fama a una persona", dicen los diccionarios al uso. Aceptando la defini- ci6n, hay que establecer primer una conclusion: ~Tiene la per- sona en cuesti6n la buena fama que se atribuye cuando demand reparaciones al peri6dico? Y, si efectivamente, la tiene, ucuil es su polaridad verdadera? Item mas: sin mediar publicidad, el interesado hubiera reaccionado moralmente igual? Un magistrado de Escocia se querell6 contra cierto peri6dico de la localidad, estimindose victim de difamaci6n, porque el mismo public una informaci6n revelando que el nombre de aqul6 habia sido incluido en la terna para la' provision de un ascenso a petici6n suya y en la inteligencia de que los otros dos compafieros que figu- raban en ella tenian muchos mis m6ritos para ser elegidos al cargo vacant. La difamaci6n, segfin el magistrado en cuesti6n, consistia en atribuirle una intenci6n vanidosa qua 61 no abrigaba pero a cuya existencia lleg6 implicitamente el peri6dico por medio de la lecture de los expedientes, que arrojaban una evidence defigualdad country el querellante. La causa no prosper.