O(TAVIO DE LA SU'ARkE, ; Ah: como sonreimos a menudo. los que estamos en el secret, del escandalo social que se levanta cuando algfin peri6dico impuro sirve de instrument a acciones chantagistas, ante la evidencia de que ningin chantage es comparable con el que pueden cometer con la libertad de prensa los anunciantes o los lectores! Del pri- mer modo, se perjudica a un individuo o a un sector social; del segundo, la sociedad entera. LA TIRANIA IDEOLOGICAL DE LOS NUCLEOS POLITICOS O RELIGIOSOS El lector de peri6dico, que a6n inagrupado es un peligro latente contra la libertad de prensa, cuando se asocia a sus semejantes en political o religion, es temible. Entonces ya no aspira a que se le de lo que le gusta, sino lo que le conviene, y las conseouencias para el periodismo, si cede, son funestas, porque los periodistas no tenemos para defendernos mas que la opinion, mientras los lectores agrupados en clanes tienen el poder. Ya lo dijo Pascal: "la opinion es la reina del mundo, pero la fuerza es su tirano". Como sucede con muchos otros, la magnitude de este problema esta plasmado en la modern etimologia del vocablo. Opinion, en efecto, ya no significa como en tiempos de Plat6n, creencia, algo susceptible de valoraci6n, sino que es el fruto de la oposici6n entire lo opinado y lo sabido, algo trascendente y trascendido. Por eso, la opinion p6blica, que se refleja en la Prensa, da tanto valor a la opinion periodistica cuando de political o de religion se trata, porque sabe que ella es capaz de mezclar lo sabido con lo opinado, pecifico. El diario no habia sido mejorado tecnicamente pero daba mis a sus favorecedores... De apuntar es que el propio M. MArquez Sterling se inclin6 una vez ante la mnfluencia de esa costumbre cuando dirigiendo su Diario de Gran Informaci6n Heraldo de Cuba, entonces con oficinas en O'Reilly N lIi, Habana, hizo circular con su nombre unas tarjetas que Ilevaban adheridas una monedita y estas instrucciones: "Rompa el sell y compare un ejemplar de Heraldo de Cuba, con los 2 centavos que encon- trari debajo del mismo". (Ver ejemplar en el "Museo Periodistico" de la "Asociaci6n de Rep6rters de La Habana" (Circulo Nacional de Perio- distas.) En general, es esa una condescendencia inmoral de la Prensa a la que urge poner definitive coto.