MORALETICA DEL PERIODISMO no ha sido la de haber tratado de imponer tal o cual opinion al gusto del plblico, sino la de haber side demasiado serviciales y haber tratado de dar al hombre de la calle lo que se suponia que deseaba. En tiempo de guerra ha habido menos motive para esa queja, puesto que era evidence que las noticias que el piblico de- seaba eran noticias de guerra aut6nticas y una sincera valoraci6n diaria del esfuerzo national. Se ha afirmado con frecuencia que la Prensa popular se ha convertido durante la guerra en un 6rgano mis serio y veraz de noticias y de opinion que durante ningin otro previo period de su historic. "Es indudable que el poder de los propietarios de los peri6dicos es muy grande. pero no les es possible ejercerlo como si fuesen dictadores, pues aparte de la necesidad de complacer a sus lecto- res, que pueden siempre corregir un error en la interpretaci6n leyeodo los peri6dicos rivals y otras fuentes de informaci6n, s61o pueden operar con eficacia rodeindose de equipos que tienen que estar compuestos de un director, subdirectores, reporters y cola- boradores especiales que s61o pueden hacer un buen trabajo en proporci6n a las facilidades que se les den para expresar sus opi- niones y para entregarse con todo entusiasmo a sus tareas. No trato ni por un moment de sugerir que los propietarios de los peri6dicos no hayan abusado a menudo de su poder, o que los pe. riodistas no hayan con frecuencia despreciado el gusto del piblico; pero si sugiero que en un diario que tenga 6xito existe siempre una sutil relaci6n entire los propietarios y el director, el director y la redacci6n, y entire todos ellos colectivamente y el cuerpo de lectores, y que esta relaci6n les permit desempefiar una funci6n orginica en la vida de la naci6n, absorbiendo algo de ella per un lado, y dindole algo pori el otro. La Prensa, tomada en su con- junto, en toda su infinita variedad de expresi6n, con sus peri6dicos series y frivolos, sus diaries, semanarios y revistas mensuales. es la voz aut6ntica de la naci6n y puede expresar todo lo que es verdad en la mente de ella, y tambi6n, desgraciadamente, todo cuanto es falso. "Durante la guerra, cuando la political partidista se encuentra en suspense, la Prensa britinica, aunque ha retenido su variedad de caracteristicas, ha sido de manera aut6ntica una Prensa nacionpl. Los que la controlan o trabajan en ella han sido una part de la naci6n, y han actuado con el supremo deseo de que el pais pueda continuar la guerra y hacer los sacrificios necesarios. No ha sido precise imponer una censura obligatoria, pues por voluntad propia los directors, o han suprimido lo que pensaban era peligroso, o lo han consultado con las autoridades. Han puesto especial cuidado en sus comentarios acerca de las naciones extranjeras, ya que desean, a semejanza del Gobierno y del pais todo, que se mantengan las me- jores relaciones posibles con nuestros Aliados. Se han cometido. como es natural, algunas indiscreciones, pero creo que en lo fundamental la Prensa britinica ha mostrado, en esta guerra, que aunque tiene interns en mantener sus privilegios, se da cuenta de que tambi6n tiene responsabilidades. "Esperemos que asi ocurra despu6s de esta guerra, y de que a pesar de un retorno a la political de partidos que volverl a desatar