OCTAVIO DE LA SUAREE la mayoria de los paises de Europa y de AmBrica, el factor principal que restringe la libertad de prensa no es el de que esta libertad no constituya un derecho reconocido al ciudadano, sino que, las mis amplias capas de la poblaci6ni y sus organizaciones, carecen de los medios indispensables para publicar peri6dicos y revistas. Solamente en la Uni6n Sovi6tica, donde todo el poder pertenece a las classes trabajadoras de la ciudad y del campo, es donde el derecho legal de los ciudadanos a este respect esti garantizado por el hecho de que ellos y sus organizaciones tienen a su disposici6n las plants impre- soras, el papel, los edificios, los medios de comunicaci6n y otros requisitos. Todo garantizado por la Constituci6n Soviitica. "Esto le da un tremendo impetu al crecimiento de la prensa en nuestro pais. En 1913, el nimero total de peri6dicos publicados en Rusia ascendia a 859, con una circulaci6n total de 2,700,000. En 1939, sin embargo, teniamos cerca de 9,000 peri6dicos, con una circulaci6n total de 38,000,000. Por tanto, el nimero de peri6dicos habia aumentado diez veces y la circulaci6n catorce. El crecimiento cuantitativo de la prensa no es el linico punto, sin embargo. El punto important es que en la vieja Rusia la totalidad de la prensa legal, con la excepci6n de muy pocas publicaciones de una corta vida, servia los interests de un pufiado do tiranos que oprimian al pueblo, en tanto que la prensa en la Uni6n Sovi6tica pertenece a las classes trabajadoras y defiende sus intereses. Esto tambien explica porqu6 no solamente los periodistas profesionales sino tambi6n innu- merables miembros del pueblo en general, trabajadores, granjeros colectivos, hombres de ciencia, obreros asalariados, etc., etc., pue- den ser encontrados entire los colaboradores de la prensa sovietica. "Desde los mismos inicios del establecimiento del regimen sovi&- tico, 6ste aument6 las oportunidadea para la mayoria del pueblo para que disfrutara efectivamente de los beneficios de la libertad de prensa en una escala sin precedentes en lugar alguno del mundo; y nosotros estamos profundamente convencidos de que la democrat. cia sovi6tica asegura la forma mis progresiva de libertad de prensa. Nosotros, los sovi6ticos, sin embargo, lejos de negar la importancia de otras forms de libertad de prensa, reconocemos que, en paises en que el sistema social y econdmico que existia en nuestro pais prevalece ahora, ellas son iitiles e importantes. Esto no quiere decir, sin embargo, que s6lo el sistema periodistico americano sea apro- piado para todos los otros paises. Nosotros no podemos comprender c6mo Francia, Italia, Yugoeslavia, o cualquier otro pais europep, pueda ser obligado a importar si modelo de libertad de prensa a trav6s del Atlintico. Nosotros podemos admitir completamente la devoci6n de Mr. Cooper por el m6todo americano, pero si nos- otros examinamos este mitodo mis profundamente, podemos apenas considerar possible que sea recomendado como un modelo universal para la totalidad del mundo democritico-burguis. "Juzgue el lector por si mismo. "En Ambrica, uq gran peri6dico es, principalmente, una empress commercial de propiedad privada. El peri6dico es monopolizado por su editor. El bien conocido publicist americano William Allen White, del Emporia Gazette, ha observado, no sin mortificaci6n, que el pe. riodismo fu6 una vez tuna noble vocaci6nn, pero que hoy es una