16o OCTAVIO DE LA SUAREE Se habla mis de la cuenta; se profieren juicios ligeros y vio- lentos, product natural de la inexperiencia, ya que gobernar es un arte raro y dificil que precisa aprenderlo, y no un don provi- dencial: despuis, cuando las palabras textuales son desplegadas en grandes titulares, nunca tan grandes como su trascendencia y por lo general suavizadas por el reporter, quq tanto sirve a los efime- ros mandatarios mencionindolos con cualquier motive y mantenien- dolos en la cornisa del "figurao", entonces el atolondrado decla- rante, que s6lo piensa en su conveniencia personal, se alarma y des- autoriza con rudeza a la prensa con olimpico desd6n hacia el pres- tigio professional del noticiero. Monopolio de la probidad se llama esta fracasada actitud, consecuencia direct del otro monopolio, e igualmente ridicule e intolerable: el monopolio de la virtud... No. La prensa cubana no acepta eso. Tiene su puesto bien de- finido en la democracia constitutional y su misi6n es muy elevada y muy necesaria. Las situaciones political pasan; las elecciones se suceden: pero la prensa queda. Una buena prensa, respetada e im- parcial, es mis determinant para la naci6n que in buen gobierno. Porque un buen gobierno, a lo sumo, igual que un gobierno malo, debe durar cuatro afios, cuando la voluntad mayoritaria esti ga- rantizada. La prensa, eolumna vertebral de esa voluntad civica, su mejor vigilante, su fiador solidario, su campe6n valeroso, perma- nece y persiste, proyectindose hacia lo porvenir. Nadie es nada sin la sanci6n y la cooperaci6n de la prensa, nervio del pensamiento y de la propaganda. Y su pecado, si incurre en alguno, es ser harto tolerance con las figurillas del retablo, que salvo excepciones brillan un dia favorecidos por la luz deslumbrante del publicismo, para samirse luego en la tiniebla del silencio patrio con la intermitencia de las estrellas fugaces. En Prensa Libre, por lo menos, no solicitamos su agradecimiento, ni lo necesitamos: nuestro soberano es el pueblo. El que nos man- tiene es el ptiblico. Pero si exigimos consideraci6n y cortesia. Y entire el testimonio veleidoso de un politico y el aserto de un ge- riodista de profesi6n, nos quedamos invariablemente con la afirma- ci6n del periodista, intermediario valioso entire el mundo de los hechos y el mundo de la opinion, y, ademis, camarada en el oficio. Cuidado. pues, sefiores. con lo que se dice a los periodistas, porque su deber es reproducirlo, y su 6tica es ser veraces. Harto bondadosos son ya con lo que por patri6tica eonsideraci6n callan, para que pot lo que escriben se les ofenda, poni6ndolos como men- tirosos!" PROTECTION DEL ESTADO CONTRA LOS ABUSOS DE LA PRENSA Estudiaremos ahora el reverso de la medalla. Esto es: la ne- cesidad de proteger al Estado contra los abusos de la. Prensa, tan frecuentes -confesemosle- en todas las latitudes. El equilibrio entire ambos factors es imprescindible para el establecimiento de una Prensa libre en un Estado libre.