OCTAVIO DE LA SUAREE EL DIRECTOR POLITICO CUBANO Y EL GERENTE FRANCES Si la 6tica del periodismo ofrece tantos matices y puede ser tan delicada y tan dificil de determinar, es indudable que por grande y complete que reconozca la libertad de prensa, el Estado, velando por las necesidades sociales, tiene que oponerle un mi- nimum de reglamentaci6n. Este principio, generalizado y llevado a la legislaci6n, es el que tiende a encarnar en el Director de peri6dicos la total responsa- bilidad de lo que aparezca impreso en el mismo. Mediante el, el Estado sintetiza la Prensa y su multiple representaci6n en un grupo de cabezas responsables. i Es eso just? Juridicamente, puede que si. PrActicamente, todo lo contrario. Basta conocer un diario por dentro, asi sea de muy modest evoluci6n y alcance, para deducir que un solo hom- bre, el Director, no puede "embolsillar" cada dia en su conciencia el contenido etico de cada edici6n. La necesidad de equilibrar ese procedimiento de franca des- ventaja para los directors de peri6dicos, hizo surgir en Cuba el Director Politico double6" del cargo de legislator y provisto, por ende, de ciertas inmunidades (115), y en Francia "le grantt, que los franceses llaman humoristicamente el hombre de paja, ya que no sabe de nada, responded por todo y se pliega con facilidad a todas las contingencies. Ambas formulas son inmorales, sin duda alguna, y la nuestra mas que la ajena (1 6); el t&rmino medio exacto en este conflict entire el Estado y los directors esta en el periodista digno de ese (1i5) La ley de Imprenta promulgada en 1935 por acuerdo del Con- sejo de Ministros al amparo de la Resoluci6n Conjunta del Gobierno Pro- visional de ese afio, puso t&rmino a esa licencia por medio del articulo XI, que dice asi: "El cargo de Director de un peri6dico es incompatible con todos aquellos que Ilevan aparejados inmunidad o fuero especial, a menos que renuncien a dicha inmunidad o fuero especial con relaci6n a los deli- tos que define esta ley". (116) El homme de paille del periodismo frances, en efecto, sufrti todos los riesgos de su responsabilidad; es perseguido por la justicia, en- carcelado y hasta privado de sus derechos civiles. Carece, en una pala- bra, de inmunidad parlamentaria...