MORALETICA DEL PERIODISMO social y political, conocer su pasado, precisar su present, entrever su porvenir. Chateaubriand declar6 en 1828 que la libertad de prensa vale tinto como una constituci6n y que disminuir o suspender los de- rechos constitucionales tiene una importancia relative si se respeta en cambio, ]a libertad de prensa, -recordaba Alfredo L. Palacios en su obra Libertad de Prensa. LIBERTAD DE IMPRENTA NO QUIERE DECIR LIBERTAD DE PRENSA Generalmente suele cometerse un error de apreciaci6n 6tica al confundir la libertad de imprenta con la libertad de prensa. Son, sin embargo, elements muy distintos. La imprenta es libre, dicese en todas parties; ella puede lanzar a los confines el pensamiento impreso. Y esto es verdad desde el punto de vista de la realidad meci- nica, ya que nadie ha podido impartir capacidad discrecional a las rotativas que imprimen cuanto a ellos se envia, pero no tanto en lo que respect a la administraci6n del pensamiento. No hay, inclusive, ni delitos de imprenta; no puede haberlos, porque la imprenta no ed un acto, como no hay delitos de pufial, de revolver o de veneno. La imprenta es un medio para cometer el delito, -han declarado una y otra vez los tribunales. En efecto, la libertad de imprenta es nula donde la de prensa esti acondicionada a otra norma cualquiera, asi sea political, eco- n6mica, religiosa o de otra naturaleza. Si la Prensa, en una palabra, no puede integramente trasmitir a la Imprenta su libertad, si la mente del periodista utiliza aquella capacidad discrecional que 61 si posee, al servicio de otra causa que la de la Etica social, entonces, no habri libertad de imprenta aunque las leyes lo pregonen y hasta el pueblo se lo crea. Esta fuente de confusion ha sido muy fitil y explotada por los gobiernos dictatoriales de todo el mundo, para engafiar a la opinion ingenua despistindola sobre los abuses de que es victim. I>