OCTAVIO DE LA SUAREE de nuestras luchas periodisticas por la superaci6n ciudadana como el inas eminente. juicioso y acertado de los principios susceptible de llevar por rumbos de rectificaci6n la nave del Estado. Lo que para ser expresado por moralistas y fil6sofos hubiera requerido much espacio y much tiempo y el riesgo de no ser cabalmente entendido por las grandes masas populares, fu6 dicho por Marquez Sterling en siete palabras sencillas y asimilables por todos y tan fructiferamente unidas al servicio patri6tico del pais indefinida energia, de opaca insinuaci6n, que pone mayor alarma, en nosotros, que las 6rdenes contra la prensa, y que se dilata, a enormes proporciones, al leer la respucsta insincera, inadecuada, irreflexiva del sefior Desvernine. "El Canciller de la Republica no ha penetrado en la substancia del memorandum; no ha meditado la crisis que su contestaci6n suscitaria; y envuelta en su breve y desalifiado escrito, sin forma y sin fondo, sin elevaci6n moral v sin el dominion de las responsabilidades de su gobierno, lanza a la Patria al regazo de las tinieblas, indiferente al dolor de su pueblo, sumiso a las orientaciones inconexas de una political inflamada. "El memorandum debi6 ser en Palacio, el signo de graves complica- ciones que era necesario cortar en sus raices; debi6 medir en el acto, el President, la magnitude y el carfcter de esas complicaciones; y los actos del Gobierno debieron cefiirse al patriotism previsor que, en medio de la pavorosa tempcstad, es Ancora de salvaci6n. Han sido, sin embargo, posteriores al memorandum que ahora se ha publicado, pero que Ileva cuatro dias a mano del Gobierno las medidas mas ajenas al respeto de la Ley, las actitudes airadas y descompuestas del Coronel Aurelio Hevia, como si el Presidente Menocal, mostr6ndose implacablemente fuerte, eli- minase todo peligro extrafio que amenazara la vida de la Republica. Y lo que ha logrado el Gobierno con esta equivocada tActica, es alejarse aitn mas de lo que estaba de la opinion public; ahondar mis aun que antes la pugna entire sus intereses politicos y los intereses politicos del pueblo; aiaadir a los agravio:, de ayer los agravios de hoy; condenarse a si mismo por su propio fallo; agregar a las pruebas que lo hacian sospechoso, las pruebas que esclarecen de un modo absolute su olvido de las prActicas republicans, su olvido del regimen democritico, su olvido de los dere- clos que conquistaron, para el pueblo, los proceres inmortales. La res- puesta al memorandum se ha inspirado en esta ca6tica subversion de conceptos, cn este circunstancial desorden de las ideas, y el senior Des- vernine en su censurable nota a la Concilleria de Washington, us6 el tono que la diplomacia le vedaba usar; apel6 a recursos de habilidad en perjuicio de la Republica; puso de manifiesto en alarde pueril de vano coraje, la tendencia moral de su political, y quiso demostrar la ancha base del reeleccionismo, notificando a Washington la conspiraci6n supuesta contra la vida del Jefe de Estado. En pleno escepticismo de las funciones que desempefia v de las responsabilidades que pesan sobre sus hombros, el Gobierno se ha dirigido a Washington de id6ntica manera que el Di- rectorio Liberal; las palabras en desacuerdo con los hechos; la altivez