MORALATICA DEL PERIODISMO i Jose Marti, reconociendo implicitamente que no era de "esos espiritus que en 6poca como 6sta, material y positivista, lo saben sacrificar todo por sus principios, sin recibir nada por ello". El sirvi6 y cobr6 por sus servicios. Pecado, no crime. Particularmente los cubanos debemos guardar para Charles A. Dana dos sentimientos contradictorios, encontrados asimismo por el divorcio entire su conduct personal y la periodistica: uno de gratitud porque ofreci6 albergue en las pAginas de su "Sol", du- rante various lustros, a la producci6n de nuestro Marti, a quien dedic6, como hemos indicado ya, cuando cay6 en Dos Rios, una emocionante despedida (90); y otro de recriminaci6n porque in- tent6 sumarnos como suibditos "anexados" a su patria (91). Ese segundo aspect, es decir, la postura de Dana favorable a la anexi6n de Cuba, tan evidence a trav6s de Parrington, apa- rece desvirtuada entire nosotros por un hecho hist6rico muy res- petable y es que el Ayuntamiento de Camagiiey denomin6, desde antes de instaurarse la Repiblica, como Charles A. Dana, la antigua Plaza de la Merced en aquella ciudad, agradeciendole asi, describe nuestro estimado compafiero Walfredo J. Rodriguez (92) "su defense desde el Sun a la causa revolucionaria cubana". (9o) El suelto en cuesti6n decia asi: "Hemos sabido con punzante dolor la muerte en el campo de batalla de Jose Marti, el jefe de los re- volucionarios cubanos. Lo conocimos much y desde hace largo tiempo y lo estimAbamos intensamente. Por un largo period que comenz6 hace unos veinte alios, fue colaborador de The Sun, escribiendo sobre temas de bellas artes, en las que tenia: s6lidos y extensos conocimientos y sus ideas y conclusions eran originales y brillantes. Era un hombre de genio, de imaginaci6n, de esperanza, de valor; uno de esos descendientes de la raza espafiola que, a su nacimiento en America y sus naturales instintos, han agregado el espiritu revolucionario que los espafioles del present Ilevan en si. Su coraz6n era tan apasionado como leno de fuego,. sus opinions eran ardientes y lenas de aspiraciones, y muri6 como hombres de su temple pudieran desear morir: batallando por la libertad y la inde- pendencia. De tales heroes no hay muchos en el mundo, y su sepultura de guerrero prueba plenamente que, en epoca como esta, material y posi- tivista, hay espiritus que lo saben sacrificar todo por sus principios, sin recibir nada por ello. Honor a la memorial de Jos6 Marti y paz a su alma viril y generosa." (91) The Life of Charles A. Dana, por James Harrison Wilson, pi- gina 279. (92) El Periodismo en Cuba, Libro Conmemorativo del Dia del Perio- dista, afio 1945, pagina 82.